Desde la teoría económica es bien sabido que las asimetrías de información constituyen un elemento central en las fallas de mercado. En la actividad edificadora, la información sobre el territorio es la piedra angular para la toma de decisiones de inversión, y en la labor pública del ordenamiento y la planeación del territorio, la información efectiva es la base para diseñar los centros urbanos, incentivar o restringir actividades productivas, contener los asentamientos informales y hacer un uso adecuado, sostenible y, sobre todo, legal del suelo.
El reporte 2015 del Banco Mundial sobre el ‘Doing Business’ trae casos de estudio que evidencian la importancia de la información de calidad del territorio en el desarrollo de la construcción, la planeación urbana y las condiciones para la promoción de la inversión. El primer caso de estudio se enfoca en el entendimiento de los beneficios de una eficiente y efectiva planeación urbana, haciendo énfasis en las mejores prácticas a nivel mundial, que involucran no solo avanzados sistemas de gestión de información con actualizaciones up-to-date y detalles de microzonificación del uso del suelo, sino plena disponibilidad y acceso en línea para los constructores, lo cual limita procedimientos y trámites en las oficinas de planeación y blinda las actuaciones urbanas de decisiones subjetivas sobre el desarrollo de los proyectos.
Otro caso de estudio tiene que ver con una evaluación sobre la calidad de los sistemas de administración del suelo en 170 economías alrededor del mundo. Entre otros resultados, el estudio encontró que solo 27 por ciento de dichas economías tiene cobertura plena en los sistemas de registro de la propiedad del suelo y 34 por ciento tiene sistemas georreferenciados con identificación de todo el territorio. Las diferencias regionales de dicha evaluación están muy ligadas al grado de desarrollo de los países. Frente a los cuatro aspectos de la información territorial evaluada: confiabilidad, transparencia, cobertura y resolución de conflictos sobre la propiedad del suelo, queda claro que Latinoamérica tiene un enorme rezago, siendo la menos efectiva en la resolución de conflictos sobre la propiedad del suelo y la penúltima en términos de la cobertura y georreferenciación del territorio.
Otros tres hallazgos del análisis comparativo llaman la atención. Hay una evidente relación negativa entre la calidad de la información del territorio y la incidencia de actos de corrupción y delitos asociados al suelo y, por el contrario, a mayor calidad de los sistemas de administración del territorio, mayor profundización en el acceso al crédito y mayor equidad.
La enseñanza para Colombia es que esto debe ser una prioridad. Los estudios técnicos que provean la información para el ordenamiento del territorio y para la ejecución de proyectos de construcción de infraestructura deben ser el sustento objetivo para planeación de ciudades de calidad a largo plazo. En buena hora, se plantean metas en materia de actualización catastral, plasmadas en el documento de las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014 - 2018. Se esperaría que con esta estrategia se genere un campo balanceado para que autoridades y agentes privados procedan al unísono y se minimice la incertidumbre sobre las condiciones del territorio y las posibilidades de actuar sobre él. La otra gran oportunidad derivaría del frente regional, donde las administraciones locales y ambientales jugarán un papel fundamental con la provisión de información de calidad en la escala necesaria, para hacer de la función pública del ordenamiento una base del desarrollo.
Sandra Forero Ramírez
Presidente Ejecutiva de Camacol