El anuncio de una operación de crédito para Avianca ha desatado una interesante discusión sobre el rol y los destinatarios de los instrumentos financieros en épocas de crisis profundas como la que estamos viviendo. Un rasgo de esta discusión, como en otras ocasiones, es que ha oscilado entre quienes creen que una operación de este tipo es un paso necesario para la reactivación, los que tienen preguntas –las cuales deben ser por supuesto, oportuna y satisfactoriamente respondidas– hasta aquellos que por agenda politiquera deforman los argumentos para cabalgar en ellos.
Me encuentro en el primer grupo y quiero contribuir con algunas respuestas para el segundo grupo. Primero recordemos que venimos de un triple –y súbito– paro que afectó la circulación de personas, el movimiento de bienes y el flujo de capitales. Por ello el sector más afectado fue el de turismo. La reapertura recién iniciada no es garantía de una reactivación sostenida. Las empresas están estropeadas y requieren apalancamiento.
En el caso de las aerolíneas estas operaciones de financiamiento se han realizado por parte de varios gobiernos justamente para posibilitar su reorganización empresarial y a la reactivación del sector. Alemania, Francia, Holanda, España y Estados Unidos por mencionar solo algunos.
El sector de los viajes y el turismo es una larga cadena de mipymes (restaurantes, hoteles, agencias de viajes, por ejemplo) y trabajadores independientes como taxistas y guías de turismo, que generan empleo en función del consumidor –viajeros– que pueden tener origen en el exterior o en el mercado doméstico. Dado que seguiremos en medio de una pandemia global, el turismo se va a reactivar por cuenta del mercado doméstico y por un buen tiempo dependerá de este.
Y Colombia tendrá la masa crítica suficiente para reactivar la cadena turística cuando sus aerolíneas, y en especial Avianca que moviliza más del 50% de los pasajeros nacionales, estén volando, con todos los protocolos claro está, a plenitud dentro de Colombia.
Así que no es posible hablar de reactivación del turismo sin que las sillas de avión estén disponibles.
Creo que los pocos alcaldes que se lamentan de esta operación de crédito a Avianca están en una extraña contradicción. Bogotá, por ejemplo, que tiene el desempleo desbocado, es la más beneficiada con la recuperación de su hub aéreo para evitar que miles de empleos se pierdan de forma prolongada por la ausencia de visitantes ¿O cómo llegaban antes de la pandemia los miles de consumidores de hoteles, restaurantes o de compañías de transporte turístico? ¿Cómo se llenaban los salones de los centros de convenciones? Hay teletrabajo, pero no teletransportación.
Finalmente, la respuesta por el escenario de hacer lo contrario, dejar que el mercado se ajuste solo y que aparezcan de manera silvestre las opciones de conectividad, la trae un reciente estudio de Fedesarrollo a propósito de los ajustes de la industria del sector aéreo a raíz de la pandemia donde es contundente en señalar que el vacío de Avianca generaría una lenta velocidad de reemplazo de la oferta que se pierde y una mayor concentración en el mercado internacional. La reactivación del turismo empieza con A de aviación.
Sergio Díaz- Granados
Director Ejecutivo del BID para Colombia y Perú
sergiodg@IADB.ORG