Economía

16 jul 2019 - 11:15 p. m.

Fallas geológicas en el país atraen a científicos

Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. impulsa la investigación científica para estudiar la particularidad de las placas tectónicas.

Geologa

Lara Wagner, del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto de Ciencias Carnegie.

Archivo particular

POR:
Portafolio
16 jul 2019 - 11:15 p. m.

Un grupo de científicos vinculados a instituciones de investigación y universidades estadounidenses, hace sus últimos preparativos para emprender un estudio en el territorio colombiano de los movimientos de las placas tectónicas, que ocurren a más de 50 kilómetros de profundidad.

Una losa plana, que se partió en dos hace un buen numero de años, constituye uno de los atractivos centrales de la investigación, pues el hundimiento de una parte y el desplazamiento continuo de la otra, pueden ofrecer explicaciones sobre los movimientos sísmicos y las alteraciones que sufre la corteza terrestre.

(La falla geológica de la desigualdad). 

Así lo explica la profesora Lara Wagner, con doctorado en Geología de la Universidad de Arizona y en la actualidad integrante del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto de Ciencias Carnegie en Washington, una de los integrantes del grupo.

Para su trabajo, que implicará la localización de alrededor de 70 estaciones de sismología en territorio colombiano, el equipo cuenta con una subvención de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, por un monto cercano a los US$3 millones.

Entre los integrantes del grupo se cuentan asimismo los científicos Brian Horton y Thorsten Becker, de la Universidad de Texas, en Austin, y Christy Till, de la Universidad Estatal de Arizona.

Particularmente, la doctora Wagner ha estudiado los cambios de las estructuras continentales, en Chile, Perú y Bolivia, al igual que en el sur y la costa oeste de los Estados Unidos.

En su labor, combina la información sísmica, que ofrece una instantánea de la actualidad de los movimientos en el subsuelo, con la investigación de la física de los minerales y la geoquímica. Antes de graduarse, recibió una distinción como estudiante sobresaliente de parte de la Unión Americana de Geofísica.

Adicionalmente al trabajo científico, la misión se complementará con la investigación por parte de un grupo de profesores de escuelas de Washington D.C, Austin y Phoenix, quienes prepararán una serie de materiales didácticos bilingües, con el propósito de mejorar la instrucción sobre las ciencias de la tierra.

La investigación parte de la teoría de la ruptura de una placa tectónica, una de las cuales se hundió y corresponde a la famosa placa de Nazca, que se extiende desde el Pacífico y se prolonga hasta el territorio colombiano. Su ruptura puede haber ocurrido a la altura de las ciudades de Medellín y Bogotá, en un punto conocido como la ‘Lágrima de Caldas’, caracterizada por un arco volcánico.

Al partirse, producto de erupciones volcánicas a lo largo de millones de años, la parte ligada a Nazca se derrumba y se va hundiendo hasta alcanzar el manto inferior de la tierra, mientras que la otra parte mantiene su forma plana, y continúa deslizándose hacia la zona geográfica del Caribe.

El estudio se centrará en la geometría actual de la placa, la historia y la química de los volcanes pasados y presentes, en un territorio que se extiende entre las cordilleras Occidental y Oriental, en las latitudes de Medellín y Bogotá, al tiempo que se buscarán pistas sobre la formación y crecimiento de la Cordillera Oriental, según explicó Wagner en comunicación con Portafolio.

Con los diversos datos acumulados durante el proyecto, que se extenderá por cuatro años, los investigadores aspiran lograr a construir modelos computarizados sobre la dinámica de la tectónica de las placas y comprender de una mejor forma la física que estos procesos de la Tierra, que generalmente están acompañados por terremotos o maremotos.

Cuando se provoca un terremoto, especialmente por el choque y subducción de placas, la parte continental se hunde, -con consecuencias sobre las zonas habitadas, mucho más graves-, mientras que el suelo marino se infla, según ha explicado la investigadora de Carnegie.

Germán Duque Ayala
Miami

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