Por donde se mire, este fue un año agitado para la industria financiera. Desde la óptica del crédito, la cartera tuvo un crecimiento bastante lento, que mostró varias historias.
Si bien las entidades en general mantuvieron su disposición a prestar midiendo mejor los riesgos, la realidad es que algunas empresas y personas naturales han estado más cautas para endeudarse, sobre todo porque muchos se vieron en apuros para pagar.
La buena noticia con la que termina el año es que al parecer las dificultades ya tocaron fondo: la morosidad se ha reducido significativamente y hay segmentos en los que la demanda ha mejorado, así que se esperaría que el crédito crezca más que el 2% de 2018.
La parte más complicada se vio por el lado de los mercados, con muchos sacudones fuertes que, a estas alturas y cuando faltan apenas tres sesiones bursátiles, arrojan fuertes desvalorizaciones.
En el caso de las acciones, el índice Colcap acumula una valorización del 14% en lo corrido de este año, con la mayoría de los títulos en rojo. En cuanto al precio del dólar, después de todos los altibajos está otra vez cerca de sus máximos.