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22 oct 2017 - 7:55 p. m.

La historia de la transformación de la EEB: caso de éxito

Se cumplen 20 años desde que el entonces alcalde Antanas Mockus sometió a un revolcón a la Empresa Energía de Bogotá.

Astrid Álvarez Hernández, presidenta de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB).

Astrid Álvarez Hernández, presidenta de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB).

Archivo particular

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Portafolio
22 oct 2017 - 7:55 p. m.

En 1997, la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) afrontaba una de las situaciones financieras más críticas en sus más de 100 años de historia. Tenía un elevado endeudamiento como consecuencia de las demoras y sobrecostos de algunos proyectos clave como la central hidroeléctrica del Guavio, la de mayor capacidad de generación de energía hasta ese momento en el país.

Lea: (EEB espera captar 1,18 billones de pesos por venta de acciones).

Ante la compleja situación de la compañía, Antanas Mockus, alcalde mayor de Bogotá para ese momento, tomó una decisión radical y controvertida: permitió el ingreso de capitales privados y transformó a la EEB en una sociedad por acciones y en una empresa de servicios pública mixta con el objetivo de sacarla adelante.

Lea: (Grupo Energía de Bogotá le apuesta a la expansión).

La intención es que siguiera siendo el referente en la capital del país, teniendo en cuenta que se crecimiento y evolución estaba estrechamente ligado al de Bogotá.

El 23 de octubre de 1997 se realizó este proceso profundo de transformación, que fue posible gracias a la promulgación de las leyes 142 y 143 de 1994, de servicios públicos y energía eléctrica. La empresa se capitalizó con recursos internacionales, lo que permitió la separación de sus actividades.

TRANSMISIÓN DE ENERGÍA

Entonces se conformó la empresa Codensa, dedicada a las actividades de distribución y comercialización, y Emgesa, para distribución. La EEB continuó ejerciendo directamente la actividad de transmisión de energía.

Ese negocio se convirtió en el más grande realizado hasta esa fecha y permitió que inversionistas internacionales se quedaran con el 49 por ciento de Codensa y Emgesa y que la EEB conservara el 51% de estas compañías.

Con este esquema se logró pagar parte de las obligaciones y obtener mayores recursos que le permitieran a la compañía consolidarse y en el sector y buscar nuevos negocios.
En efecto, en 2002 la EEB inició su fortalecimiento como Grupo Energía de Bogotá (GEB) y se vinculó como accionistas a REP Perú, la empresa de transmisión más grande de ese país, con lo cual entró en firme en un proceso de internacionalización, que la ha llevado a convertirse en una multilatina líder del sector de energía eléctrica y gas.

UNA EMPRESA DE MOSTRAR

Dos décadas después, este esquema ha sido destacado como uno de los mejores ejemplos de un modelo público privado y ha sido objeto de estudio en las principales escuelas de negocio.

Paulo Orozco, ex presidente de la compañía en ese momento y uno de los encargados de liderar el proceso junto con Fabio Chaparro (q.e.p.d.), señaló que junto con Mockus, se logró hacer viable a la EEB y ponerla a tono con los nuevos retos, logrando así la independencia en la gobernabilidad y convirtiendo a Codensa y Emgesa en compañías completamente independientes.

“Esta transformación era necesaria para contar con un buen servicio y garantizar la calidad de vida de todos los bogotanos ya que el desarrollo depende del acceso a la energía”, sostiene el expresidente Orozco.

Para Germán Arce, ministro de Minas y Energía, este modelo es una muestra de cómo a través de las alianzas público-privadas se pueden desarrollar grandes negocios. De hecho, la construcción de las carreteras de cuarta generación de concesiones (4G) se están desarrollando bajo ese mismo esquema.

Por su parte, el ex presidente de ISA, Luis Fernando Alarcón, consideró que este modelo fue muy bien diseñado, valiente y audaz porque hace 20 años decir que la empresa le iba entregar el control de la generación y la distribución a un privado era un problema.
“Muchos decían que le estaban entregando la bandera nacional a unos extranjeros, pero esta decisión fue la mejor y demuestra la estrategia corporativa exitosa que ha tenido”.

Actualmente, el GEB es una multilatina de energía eléctrica y gas natural con presencia en Colombia, Guatemala, Perú y Brasil con grandes proyectos de transmisión de energía eléctrica y transporte de gas natural.

EL GRUPO ENERGÍA

La compañía cambió recientemente su denominación social para llamarse Grupo Energía Bogotá. Esta decisión es un nuevo paso que hace parte del plan estratégico corporativo que se fijó en 2016 su presidente, Astrid Álvarez, soportado en tres grandes grupos estratégicos de negocio: Soluciones Energéticas Urbanas, Interconexión para el Desarrollo de Mercados y Generación de Baja Emisión.

Álvarez sostiene que “este proceso de transformación fue el inicio de lo que es hoy el Grupo Energía Bogotá, por eso los próximos años serán claves para nuestro crecimiento y consolidación”.

Hoy el GEB se alista para enfrentar nuevos retos relacionados con el impulso a las energías limpias y a la movilidad eléctrica, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes en los países donde está presente.

También estudió el ingreso en otros países de la región y su posible participación en proyectos como la regasificadora ubicada en el Valle del Cauca, y en el apoyo de proyectos que demanden energía eléctrica y gas en las grandes urbes.

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