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18 ago 2019 - 11:42 a. m.

Así era Luis Carlos Galán, según su viuda Gloria Pachón

Este 18 de agosto se cumplen 30 años del asesinato del excandidato Liberal. Su esposa habla de la vida del líder político.

Gloria Pachón

Gloria Pachón, viuda de Luis Carlos Galán Sarmiento.

Abel Cárdenas

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18 ago 2019 - 11:42 a. m.

Gloría Pachón no solo es la viuda de Luis Carlos Galán sino que fue por años la persona que le habló al oído. Cuentan que en el hogar era ella, más que el inmolado líder, la que más sabía de política.

A pesar de que sintió temor por las posturas tan arriesgadas que asumió su esposo, nunca lo detuvo. En esta entrevista con EL TIEMPO confiesa que “si él no hubiese sido tan insistente con sus ideas no habría sido el Luis Carlos Galán que conocimos”.

Su mayor ilusión: mantener viva la memoria de Galán. Trabaja sin descanso en preservar el legado de quien, para muchos, encarnó la esperanza. La última esperanza.

Se cumplen 30 años de la muerte de Luis Carlos Galán y el país aún se muestra compungido por este acontecimiento ¿qué piensan en este momento?

Tenemos una mezcla de sentimientos. Por una parte la frustración de la falta de Luis Carlos Galán y por otro lado la satisfacción de que sus pensamientos, su legado y las causas por las cuales él luchó siguen vigentes. No se han cumplido, pero tenemos la esperanza de que algún día podamos decir que las intenciones que tuvo Luis Carlos ya pueden ser una realidad para Colombia.

¿Qué ha cambiado en estos 30 años?

Si hablamos de Colombia, ha progresado. Pero también existen algunos problemas que se han agravado.

¿En la familia cómo ha cambiado la forma en que recuerda a Galán?

Siempre lo tenemos presente. Siempre recordamos muchos de los detalles de su vida, de su política, de su manera de ser. Para nosotros siempre estará presente. Soy muy feliz de haber podido compartir con él. Mis hijos son una reproducción de los valores de Luis Carlos.

Gloria Pachón

Gloria Pachón, viuda de Luis Carlos Galán Sarmiento.

Abel Cárdenas

¿En qué sentido?

Están convencidos de que los postulados y los propósitos de Luis Carlos deben ser defendidos y ellos están trabajando por contribuir en esa meta.

¿Cuáles de los pensamientos de Luis Carlos Galán que aún tienen vigencia?

Hay muchos aspectos que siguen vigentes porque no se han resuelto. Uno de los temas fundamentales que defendió Luis Carlos y que no se han resuelto es la falta de cultura política del pueblo colombiano. A través de la cultura política se desprende toda la vida de los ciudadanos.

¿Qué ha permitido que en estos 30 años la imagen de Galán siga vigente?

Luis Carlos tenía una capacidad para llegarle a la gente muy especial, por eso la gente lo recuerda con ese sentimiento. Él llegó al corazón de la gente. También es claro que muchos de los problemas contra los cuales él lucho aún siguen vigentes.

¿Cómo se conoció usted con Luis Carlos Galán?

Yo llevaba ya varios años en el periódico EL TIEMPO. Había iniciado en el año 1953. Cuando ya habían transcurrido unos 10 años, entró a trabajar Luis Carlos Galán, era un periodista muy joven. Allí nació una amistad, sobre todo porque nos identificábamos fundamentalmente en los temas políticos. Él era muy liberal y yo también. Las conversaciones nos fueron uniendo y eso llevó a nuestro matrimonio.

Los unió la política…

Fundamentalmente, casi que más que el periodismo.

¿Cómo fueron esos primeros encuentros?

Luis Carlos era un hombre muy tímido en los temas personales. Cuando hablábamos de política, de literatura, de los problemas del país era muy expresivo, de fortaleza. Pero en las cuestiones personales era muy tímido.

¿Cómo se refería a él?

Luis Carlos.

¿Qué la enamoró de Luis Carlos Galán?

Su temperamento, su manera de actuar, su pensamiento. Creo que todo lo que nos identificaba fue lo que me atrajo. Pero siempre me quedó una pregunta ¿qué fue lo que a él le atrajo de mí? Eso nunca lo supe.

¿Él cómo la conquistó?

Ni flores ni café. Un buen día me dijo que estaba enamorado de mí y que siguiéramos adelante. Más o menos así era el trato y la relación. Me enamoró de la misma forma en que enamoró a los colombianos, con su inteligencia, con la palabra, con el verbo. Él tenía un sentido muy familiar de la vida, era una persona muy cercana, que se integraba a la familia. Eso intensificó el amor y el aprecio que nos teníamos.

¿Cómo eran las tertulias políticas en el hogar?

La verdad es que generalmente estábamos de acuerdo. Lo único era que a mí me preocupaba mucho la manera en que Luis Carlos se enfrentaba a los problemas políticos. Me preocupaba porque pensaba que eso podría llevar algunas retaliaciones.

¿Él qué le respondía?

Él la verdad en ese sentido no me prestaba mucha atención si no que seguía con sus posiciones así fueran arriesgadas.

¿Cómo era el día a día en el hogar?

No tenía mucho tiempo para estar con los niños. Las campañas políticas no dejaban mucho tiempo. Sin embargo, con el paso del tiempo también integramos a los niños a la política y en las primeras campañas ellos nos acompañaban a todas las giras que hacíamos. Por eso ellos se fueron compenetrando con la política. En la casa pasábamos 24 horas pensando en la política.

Gloria Pachón

Gloria Pachón de Galán con su esposo Luis Carlos y sus tres hijos: Juan Manuel, Claudio y Carlos Fernando.

Archivo particular

¿Cómo fue el episodio del carro que le quemaron cuando era ministro?

Apenas fue nombrado ministro de Educación fue a la Universidad Nacional para tener una tertulia con los estudiantes. Era un momento muy difícil porque había mucha incomprensión y mucho movimiento de protesta en ese momento. Entonces, el recibimiento fue que le quemaron el carro totalmente. Fue su primera experiencia frente a los estudiantes.

¿Cómo vivieron el frenetismo de la campaña?

Nos compenetrábamos tanto con eso que no nos parecía raro. Para los niños a veces era bastante difícil, pero ellos no solo lo asumían y lo disfrutaban sino que sentían que esa era su vida.

¿Cuál era la relación de Galán con sus hijos?

El poco tiempo que tenía lo aprovechaba tanto que les dejó a ellos unas lecciones que nunca se han olvidado y que movieron la vida de cada uno de ellos.

¿Qué actividades hacían?

Nosotros teníamos una afición muy especial por los deportes. Luis Carlos hacía mucho ejercicio, pero el deporte nos movía. Por ejemplo, el ciclismo, nos sentábamos a ver ciclismo, las olimpiadas, nos involucrábamos en ese tema en familia. Para ellos, ese ha sido uno de los recuerdos más importantes de su relación con sus hijos.

En épocas del colegio, Luis Carlos así hubiera llegado muy tarde se levantaba a las cinco de la mañana a desayunar con sus hijos porque ellos tenían que irse a las cinco y media para el colegio. Iba también mucho al colegio para hablar con los profesores. Tuvimos una vinculación muy especial con el Instituto Pedagógico.

¿Era muy terco a la hora de luchar por sus ideales?

Es muy difícil analizar eso hoy día. Pero ese era su carácter, entonces era muy difícil cambiarlo. Si no hubiese sido tan insistente no habría sido el Luis Carlos Galán que conocimos.

¿Cómo se tomaban las decisiones?

Conversábamos los temas. Luis Carlos tenía una gran capacidad de convencerlo a uno. Esa fue una de las características de su carácter. En el campo personal él era igual al personaje público.

¿En algún momento pensaron en que había que dejar las aspiraciones políticas a un lado para no perder al padre y al esposo?


No pensamos en eso. No habría servido de nada, la verdad es que todos nos acomodábamos al ritmo que él tenía en su manera de actuar.

¿Cómo fue el último día, el 18 de agosto?

Ese día sí estábamos muy preocupados. Fue un día prácticamente común y corriente, no fue un día demasiado diferente a los demás. Tampoco pienso que Luis Carlos hubiera pensado que le iba a ocurrir algo y yo tampoco lo pensé. La verdad es que creí que la forma en la que lo rodeaba la gente daba para pensar que no le iba a pasar nada.

¿En los días previos les menciono que sintiera temor?

Él no nos manifestaba muy abiertamente que tuviera temor. Pero la verdad es que sí lo sentía. Sí lo expresó a muchos amigos suyos, pero a nosotros en la casa siempre trató de mitigar ese temor.

¿Qué extraña Colombia de Galán?

Un poco la manera de hacer política. Hacen falta políticos como él, personas comprometidas con sus ideales y con el país.

¿En algún momento pensaron en que había que dejar las aspiraciones políticas a un lado para no perder al padre y al esposo?

No pensamos en eso. No habría servido de nada, la verdad es que todos nos acomodábamos al ritmo que él tenía en su manera de actuar.

¿Cómo fue el último día, el 18 de agosto?

Ese día sí estábamos muy preocupados. Fue un día prácticamente común y corriente, no fue un día demasiado diferente a los demás. Tampoco pienso que Luis Carlos hubiera pensado que le iba a ocurrir algo y yo tampoco lo pensé. La verdad es que creí que la forma en la que lo rodeaba la gente daba para pensar que no le iba a pasar nada.

¿Cuál es su frase favorita de Luis Carlos Galán?

Siempre adelante… y ni un paso atrás.

Javier Forero Ortiz 
Redacción Política EL TIEMPO 

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