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02 ene 2019 - 9:00 p. m.

¿Quiere perder 30 años?

Los atletas de mayor edad tienen músculos, cerebros, sistemas inmunológicos y corazones más saludables que las personas de la misma edad.

Bienestar

Las personas que hacen ejercicio en grupo pueden tener una ventaja al envejecer sobre quienes lo hacen solos.

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Portafolio
02 ene 2019 - 9:00 p. m.

¿Está preparando su lista de propósitos para el 2019? ¿Más ejercicio y perder peso aparecen en ella, como cada año?

(Lea: Redes de atención a pacientes, claves en el sistema de salud)

Déjeme darle un par de argumentos científicos para que esta vez esos propósitos se vuelvan realidad: un nuevo, extensivo y estimulante estudio, analizando hombres y mujeres mayores que han tenido una vida activa con ejercicio regular por décadas, demostró que sus músculos no se podían distinguir en muchos aspectos de los de jóvenes de 25 años.

(Lea: ‘La fascinación tecnológica puede ser una trampa’)

Los autores del estudio concluyeron que estos septuagenarios tenían capacidades aeróbicas mucho más altas que la mayoría de las personas de su edad, lo que los hace biológicamente unos 30 años más jóvenes en términos de condiciones cardiovasculares, que sus edades cronológicas.

Otro estudio que analizó las dietas, los hábitos y los niveles de actividad física de cientos de tribus de cazadores-recolectores modernos y de poblaciones lejanas, cuyo estilo de vida es similar a los de las poblaciones antiguas, encontró que todos exhiben una excelente salud metabólica, una relativa falta de problemas crónicos de salud como enfermedades del corazón, hipertensión, diabetes y cáncer, y tienen tasas de obesidad muy bajas y alta aptitud cardio-respiratoria, incluso en la vejez.

¿Qué comen? La gama de dietas es amplia: unos obtienen hasta el 80% de sus calorías de carbohidratos no procesados provenientes de vegetales y plantas con almidón y un índice glucémico bajo, lo que significa que no conducen a picos rápidos en el azúcar en la sangre y casi todos comen una mezcla de carne, pescado, legumbres, frutas y otros alimentos generalmente nutritivos.

Una cosa que las poblaciones lejanas y las de cazadores-recolectores tienen en común es un nivel muy alto de actividad física. Muchos caminan entre cinco y 10 millas por día.

Si bien esas poblaciones viven vidas difíciles y con muchos peligros, aquellos que sobreviven a menudo llegan a la vejez relativamente libres de enfermedades degenerativas, que son la norma en las naciones industrializadas. Por lo general, son aptos y activos hasta el final, lo que lleva a concluir que su estilo de vida les permite envejecer de manera saludable.

Las estadísticas y conclusiones del primer estudio comparativo entre personas mayores que han hecho ejercicio y los que han vivido vidas sedentarias sugieren que estos últimos generalmente experimentan fragilidad, enfermedad y dependencia.


El grupo de ancianos activos tenía capacidades aeróbicas más bajas que los jóvenes con las que fueron comparados, pero sus capacidades eran aproximadamente un 40 por ciento más altas que las de sus compañeros inactivos.

Los estudios no han establecido si, y en qué medida, el declive físico es inevitable con la edad, pero sugieren efectivamente que es un subproducto de estilos de vida modernos que se pueden cambiar.


“En conjunto, estos hallazgos sobre la salud muscular y cardiovascular en personas mayores activas sugieren que lo que ahora consideramos un deterioro físico normal con el envejecimiento puede no ser normal o inevitable”, de acuerdo a la primera investigación.

“Los hallazgos de este experimento indican que el ejercicio puede ayudarnos a crear una reserva de buena salud ahora que podrá ayudarnos a frenar o evadir la fragilidad física más adelante”.

Lo que ambos estudios indican definitivamente es que la actividad física puede alterar la forma en que envejecemos.

Confirman otras investigaciones recientes que han encontrado que los atletas de mayor edad tienen músculos, cerebros, sistemas inmunológicos y corazones más saludables que las personas de la misma edad que han vivido vidas sedentarias.

No significa que para vivir una edad madura sana tengamos que volvernos todos atletas, pero incorporar ejercicio regular en la vida diaria es esencial para que el cuerpo y la mente se mantengan en forma y funcionen bien hasta el final.

Un tercer estudio reciente agrega un nuevo elemento para inspirar propósitos de un estilo de vida físicamente activo: las personas que practican deportes o hacen ejercicio en equipo o en grupo pueden tener una ventaja sobre quienes lo hacen solos.


De acuerdo con una investigación de la Clínica Mayo, la interacción social involucrada en los deportes y ejercicios de pareja y de grupo aumenta los beneficios abundantes de la actividad física, agregando más años de vida que el ejercicio en solitario.

Las clases de ejercicios aeróbicos, de baile o yoga, el tenis, el fútbol, correr o caminar acompañado son mejores para la longevidad que el ejercicio solitario.

“Tanto para el bienestar mental como físico y la longevidad, comprendemos que nuestras conexiones sociales son probablemente las características más importantes de vivir una vida larga, saludable y feliz”, dice el estudio que incluyó más de 8.500 participantes.

“Si está interesado en hacer ejercicio para la salud, la longevidad y el bienestar, tal vez la característica más importante de su régimen de ejercicios sea que incluya a otro o a otros”.

Muchas investigaciones anteriores apoyan un vínculo entre la interacción social y la buena salud, incluida una reciente publicada en The Lancet, demostrando que deportes y ejercicio en equipo tienden a ser más agradables, lo que potencialmente puede llevar a aumentar la adherencia a largo plazo a una rutina de ejercicios para toda la vida.

Cecilia Rodríguez
Especial para Portafolio

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