Con la facilidad con la que el coronavirus se propagó por el planeta, causando pánico no solo por el desastre económico y la crisis sanitaria, sino por la perdida de vidas, tanto en países ricos como pobres, es el momento de empezar a evaluar la aparición de otra pandemia, de iguales o mayores proporciones, más, cuando se han confirmado temores por el incremento de las variantes de la covid-19.
Las variantes son serias amenazas por su rápida propagación y el temor de que alguna se convierta en virus dominante, y en menos de lo que nos imaginemos estemos lidiando otro patógeno altamente pestilencial, evitando que provoque otra pandemia en medio de una economía maltratada, aumentando el gasto, sin saber hasta cuándo se extenderá el problema.
Delta, ‘variante preocupante’ (VOC) según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se identificó por primera vez en India en octubre de 2020. En cuestión de meses se ha extendido a cerca de 100 países. Es la cepa de la covid-19 más contagiosa de las que se han descubierto hasta el momento.
Otras variantes de la misma clasificación son: alpha descubierta en el Reino Unido, beta en Sudáfrica y Gamma en Brasil en 2020. En Suramérica se localizaron: lambda en Perú (diciembre de 2020) y mu en Colombia (enero de 2021), clasificadas como ‘variante de interés’ (VOI). Las categorías ‘variante preocupante’ y ‘variante de interés’, son clasificaciones establecidas por la OMS para priorizar el seguimiento y la investigación a escala mundial y, en última instancia, orientar la respuesta a la pandemia de la covid-19.
“Mientras nos esforzamos por controlar y recuperarnos de la pandemia actual, debemos pensar en la próxima. Desafortunadamente, es fácil imaginar un virus igualmente infeccioso, pero aún más letal”, advirtió António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas.
Cuando la ONU estableció el 27 de diciembre como Día Internacional de Preparación ante Epidemias, lo hizo con el propósito de estar preparados, con las acciones y los recursos necesarios para vencer estas ‘plagas mortales’ lo más rápido posible, a menor costo y salvando el mayor número de vidas. Como lo sugirió el presidente de Estados Unidos ante la ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, “no es mala la idea de prepararnos para una futura pandemia”. Pero el asunto no solo es crear una corporación mundial de la salubridad que vigile los riesgos por nuevas pandemias o aplicar más vacunas, el tema clave es de salud pública y lo más importante, de responsabilidad individual de cada una de las personas que habitan este mundo, como por ejemplo, ser responsables en la decisión de aplicarse las vacunas. Un panel de expertos independientes asegura que “la epidemia de la covid-19 podía haberse evitado. Sin embargo, el mundo aún no está preparado para enfrentar otra pandemia”.
RICARDO GAITÁN
Consultor de Branding