El Ministerio no puede ni debe seguir llamándose de las TIC, desconociendo las Telecomunicaciones. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) son una parte del ecosistema digital. De hecho, por colocar un ejemplo, ningún país de la CAN denomina así al ministerio del sector. El Ministerio debe llamarse de Comunicaciones. Esa imprecisión semántica incide en la forma de ver al sector y, por ende, es importante arrancar de ahí.
Colombia debe hacer tránsito a convertir el acceso a Internet en un derecho fundamental, no tan solo un servicio público esencial: “Las Telecomunicaciones y las TIC, y en particular la conectividad por banda ancha, son un igualador social ya que habilitan el ejercicio de los derechos humanos y otros derechos como: salud, educación, seguridad, movilidad, protección de datos personales, libertad de expresión, de prensa, de información y de acceso a la información pública del Estado. ¡Quien esté conectado tiene el libre ejercicio de los derechos fundamentales y está integrado a la sociedad!” (tomado del estudio Análisis y Diagnóstico del Ecosistema Digital de la Comunidad Andina para el Sector de Telecomunicaciones y TIC de Julián Cardona Castro y Nicola Stornelli G.).
Garantizar el acceso a banda ancha fija, de buena calidad, es un deber del Estado. Hay que promover un Plan Nacional de Banda Ancha Fija que comprometa a las gobernaciones y municipios para que, haciendo una bolsa común, con las regalías y los recursos de la Nación, se le lleve fibra óptica a todos los hogares y a todos los municipios del país. Debe modificarse el artículo N°35 de la Ley N°2056 de 2.020 o Ley de Regalías en su inciso N°1 que dice “…conectividad a internet a hogares estrato 1 y 2…”. Debe decir Internet para hogares no conectados a banda ancha fija.
Es necesario separar las funciones de vigilancia y control de las de regulación en la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC). Hay que crear una Superintendencia de Telecomunicaciones y TIC que se encargue de la vigilancia y control del sector. Un sector que ha crecido mucho y le aporta empleos y crecimiento económico al país no puede seguir en esa zona oscura que hay hoy en la CRC.
Hay que revisar la política de adjudicación del espectro para dinamizar la entrega de porciones del mismo y así promover el cierre de la brecha digital, a través del acceso a Internet móvil. Es necesario pensar YA en el apagón de las tecnologías 2G y 3G y así incentivar a los operadores privados a desplegar la infraestructura de 4G y 4.5G o LTE. El Estado debe ofrecer estímulos a los privados para que lleguen a todos los rincones del país, con tecnologías 4G y LTE.
En marcha el Plan Nacional de Banda Ancha Fija, podremos abrir la subasta del 5G. Sin fibra óptica no puede haber 5G. Necesitamos que la fibra óptica esté desplegada por toda Colombia para que el 5G se convierta en la tecnología que permita transformar a Colombia, de manera equitativa en todas las regiones del país.
RTVC debe ser fortalecido y debe contar con autonomía. Los canales regionales pueden convertirse en sociedades de economía mixta con presencia de los departamentos y las empresas interesadas en asociarse. Una TV pública, de calidad, es garantía de preservar nuestra identidad y nuestros valores.
Colombia debe apoyar, con denuedo, los esfuerzos de la CAN por crear un Mercado Digital Andino. Ahí hay una gran oportunidad no solo para las transnacionales sino, también, para el desarrollo de todo el ecosistema digital en la región.
Misión TIC debe ser un programa independiente, con autonomía presupuestaria y administrativa, alimentado con recursos del MINTIC y del MEN. Si queremos tener una verdadera transformación digital, hay que comenzar por contar con más y mejores jóvenes preparados en todas las áreas del mundo digital. De igual manera debe ser remozado y modernizado Computadores para Educar. Y lo más importante el Fondo Único de las TIC (FUTIC) debe convertirse en un fondo patrimonial con autonomía administrativa y presupuestaria,
Todo lo anterior nos lleva a pensar en un Contrato Social Digital. El país, si no quiere perderse el tren de la Transformación Digital de la Cuarta Revolución Industrial, debe pensar en replantear su manera de ver el sector y los derechos y deberes de los ciudadanos y de las empresas. Se requiere un Contrato Social Digital que debe comenzar por la implementación de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) de la mano del MINTIC y del MEN. Sin AMI no tendremos ciudadanos empoderados para el manejo de la Internet sino esclavos digitales, susceptibles de manipulación emocional y psicológica.
Nicola Stornelli García
NICOLA STORNELLI GARCÍA
Analista e Investigador de Tendencias Digitales. Columnista de Portafolio y colaborador de EL TIEMPO y de DPL News
Twitter: @puertodigital
*Este artículo fue publicado, originalmente en El Tiempo. El autor lo ha editado y actualizado.