Los Santos, en Santander, es el segundo nido sísmico activo en el mundo, después de la región del Hindu kush (Afganistán) y superando a los famosos montes Cárpatos (Rumania).
Según los sismógrafos instalados en el cañón del Chicamocha, allí se registran, diariamente, entre 12 y 20 movimientos, la mayoría imperceptibles.
En este lugar, se originó el pasado 10 de marzo el movimiento de 5,9 de magnitud que despertó a miles de colombianos a las 4:20 de la madrugada, que por suerte ocurrió a una profundidad de más de 150 kilómetros.
(Vea: Cómo Google notifica alertas de temblores antes de que sucedan).
Lo bueno de una emergencia como estas es que existen posibilidades de afrontarlas y enfrentarlas y para esto crearon el único simulador de terremotos móvil que tiene el país y está en Bucaramanga.
El proyecto fue ideado por un equipo de ingenieros electrónicos, mecánicos y funcionarios de búsqueda y rescate.
El simulador es una muestra de lo que es la experiencia en su totalidad de qué pasaría si la vivienda, las vías, y los edificios se caen y se abren tras un fuerte temblor.
La idea es ingresar al simulador móvil para que la persona tenga las herramientas y esté preparado para que si llegase a pasar una emergencia sepa cómo actuar, teniendo en cuenta que en esos momentos de pánico la gente suele entrar en 'shock' y en muchas ocasiones no sabe qué hacer.
(Vea: Así puede activar alertas de sismos en su celular: siga estos pasos).
El visitante se sienta en una silla, se pone un casco y comienza a sentir un temblor de magnitud 9 con una profundidad mínima en el que se vive cómo los muebles de la sala de una vivienda comienzan a moverse de lado a lado, se caen las lámparas, los libros caen encima de las personas, se quiebran las instalaciones, se origina un incendio por las fallas eléctricas del momento y hay fugas de gas.
La persona que vive el temblor ve cómo sale corriendo llena de susto de su casa y al estar afuera evidencia cómo colapsan las estructuras alrededor, cómo los vehículos se mueven sin control y cómo los puentes se caen.
Como si fuera poco el miedo y temor que se vive en ese momento, también comienza a registrase un tsunami.
(Vea: Video: así se movió la tierra en Santander durante sismo del viernes).
Quien viva la experiencia evidenciará la inundación de la ciudad y verá cómo un barco ingresa entre carros, buses y gente intentando salvarse, y cómo la localidad se va destruyendo poco a poco.
"Son cosas que la gente no alcanza a dimensionar, la gente sale muy preocupada, dicen: yo creí que no era cierto, no lo he vivido. Los otros tres minutos explican el origen de los sismos, también manejamos un público infantil, los capacitamos como los pequeños brigadistas del hogar, después de la simulación hay charlas teóricas en donde se es explica sobre el tema", contó Omar Fernando Rangel Ballesteros, coordinador del programa lúdico pedagógico Siete Pasos Adelante.

Imagen real tras un terremoto.
EFE
Refiriéndose a esos siete pasos, Omar le explicó al diario EL TIEMPO que son recomendaciones que se deben tener en cuenta cuando la naturaleza se convierte en una fuerza que genera tragedias.
El primer paso es prepararse para conocer los planes de contingencia, sentir la vulnerabilidad y amenazas que se viven en el momento.
Uno de los pasos más importantes es tener un plan familiar de emergencia que se basa en conocer el plano de su vivienda, las marcaciones seguras, cuáles son las zonas de riesgo. Además, contar con un kit de emergencia y una maleta con algunas provisiones.
(Vea: ¿Por qué los datos móviles son fundamentales para estudiar los sismos?).
"Es una plataforma vibratoria sensorial fusionándola con la realidad para que se conozca este evento de gran magnitud, es un video, son vibraciones, movimiento. Las personas se preparan, como hacen en la NASA con astronautas, o la simulación de viaje con los pilotos", relató Omar.
(Si quiere leer todo el reportaje sobre este simulador haga clic aquí).
MELISSA MÚNERA ZAMBRANO
EL TIEMPO - NACIÓN