La sostenibilidad viene ganando importancia en la agenda de los diferentes países y en la de las empresas. Si bien estas deben repensar su modelo de negocio en torno a esta dinámica, lo cierto es que aún queda trabajo pendiente para llegar a ese objetivo.
En este sentido, Ron Soonieus, senior advisor de Boston Consulting Group (BCG), explica las estrategias a las que pueden acudir las juntas directivas de las compañías para transitar ese camino y darle una guía de gestión a los directivos de las organizaciones.
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¿Por qué es importante hablar de sostenibilidad?
Es importante hoy en día tener una agenda de sostenibilidad, porque el negocio se ve directamente impactado por esta, por las normas y regulaciones que existen a nivel mundial.
Hay un gran número de actores participantes en el sistema y todos tienen una opinión sobre qué deberían hacer los negocios y qué no. Hoy en día son mucho más vocales sobre su opinión que no siempre fue el caso, pero ahora sí.
¿Por qué las juntas deben involucrarse?
Esto se debería hacer para que se cuiden sus espaldas y en general el negocio. Hay dos grandes motores hacia la sostenibilidad, uno es el de la mayoría de cosas que ya cubrimos como la reducción en la emisión de Gases de Efecto Invernadero, diversidad e inclusión.
Se están incrementando las presiones y las compañías tienen que cumplir con las expectativas y las exigencias. Algunas de estas cosas las cumplen porque están obligados por ley, pero hay otras porque se ven empujados por las ONG y la presión social y otras por el beneficio de la imagen de la compañía.
Sin embargo, todo esto suelen ser cosas por las que no se preocupan los miembros de una junta, ya que están concentrados en generar beneficios para la empresa. Es importante que las juntas cumplan con todo esto.
(Vea: Corficolombiana premió a sus proveedores por proyectos sostenibles).
Del otro lado de la moneda, el mundo entero está cambiando respecto al cambio climático, nuevas generaciones de personas con diferentes maneras de pensar y trabajar y participar.

Ron Soonieus, asesor principal de la práctica de Impacto Social de Boston Consulting Group
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¿Hay riesgos relacionados?
Sí. Esto crea tanto riesgos y oportunidades. Entra desde la sostenibilidad porque hay impactos ambientales, sociales y lo que tienen que hacer las juntas es mezclar y encontrar el balance de valor financiero, social y ecológico. Ahí es que entra el interés de la junta.
Hay compañías que están genuinamente interesadas en cumplir metas de equidad y estas conversaciones son importantes para la junta porque abarcan el valor futuro del negocio de la empresa como tal.
¿Cómo las juntas influencian las partes?
La parte no ejecutiva de una junta, tiene una influencia limitada y están involucrados aceptando estrategias y supervisan las acciones de la gerencia y en realidad esas son de las pocas palancas que tienen. Lo único que se puede hacer es garantizar que la gerencia se tome con seriedad el tema de sostenibilidad. Y la última palanca sería cambiar al director ejecutivo.
(Vea: Bavaria y Nubank tienen los CEO con el mayor nivel de innovación).
Pero es importante que se haga, porque una empresa puede ser muy efectiva en materia de sostenibilidad en la junta, pero si toda la compañía no cumple las metas, tampoco funciona al final. Ambas cosas deben estar en equilibrio.
¿Qué estrategias hay para regulaciones del exterior?
La primera y más fácil opción sería no hacer negocios con Europa, en el caso del Pacto Verde, porque va a haber afectados. Por esto, lo único que pueden hacer las compañías es cumplir con las regulaciones que se les impone desde Europa para hacer negocios con ellos. Acá en BCG vemos una demanda que crece cada vez más con países que están fuera de Europa, para que aceleren su trayecto hacia la sostenibilidad.
¿Cómo pueden equilibrar la gestión de riesgo?
Las juntas deben tener en mente la diferencia fundamental entre cumplir y cómo el mundo está cambiando.
Lo que se suele ver es que donde hay normas y regulaciones se asigna a alguien dentro de la empresa para que esas metas se cumplan y esta personas presentan ante la junta sus resultados.
Ahí donde la junta asume que cumplió con todo en sostenibilidad.
Pero esa es solo una parte. Tener cumplimiento no garantiza que el negocio no falle a la larga y una de las tareas claves de la junta es su deber fiduciario de mantener y crecer el valor de la empresa y al final la junta representa a los accionistas.
(Vea: ‘La sostenibilidad es fuente de valor’: Corficolombiana).
Ellos crean el dinero y en general deben tener mucho cuidado con observar cómo está cambiando el mundo y qué papel quiere desempeñar la compañía en ese mundo cambiante.
Las juntas son clave en esto, porque ellas son las que tienen esa mirada a futuro y siempre deberían tenerla.
¿Las juntas deben decidir más inversiones en sostenibilidad?
No hay una respuesta general aún, ya que esto variará entre empresas, juntas, y áreas. En lo que sí debería invertirse es en su propio conocimiento al respecto en el área de sostenibilidad, en garantizar que la manera que está organizada la junta y sea efectiva para resolver problemas y temas que surjan a largo plazo y profundizar en los temas.
DIANA K. RODRÍGUEZ. T.
Periodista Portafolio