En medio del caos y la destrucción que ha traído el fenómeno de ‘La Niña’, hay una cosa buena: permitió que reviviera el Salto del Tequendama. Tanta lluvia le ha retornado una imponente caída de agua de 154 metros de altura formada por el río Bogotá, y le ha permitido reverdecer la zona a su alrededor, en donde, en una extensión de más de 140.000 metros cuadrados, se consolida una reserva en la que existen nacimientos y reservorios de agua, cultivos hortícolas y frutales ecológicos, flora nativa y animales silvestres.
Por ello, la Fundación Granja Ecológica El Porvenir (GEP) creó una serie de acciones educativas y de promoción cultural para devolverle a la zona del Tequendama la connotación de ícono ambiental y natural de otras décadas, pero sobre todo, busca imprimir en los bogotanos un sentido de responsabilidad e identidad con sus riquezas ambientales.
Las acciones han sido muchas, desde programas de reforestación de bosques de niebla nativos y el levantamiento de un inventario entomológico, con el apoyo del Instituto de Ciencias Naturales de la U. Nacional, hasta la publicación de material didáctico para impactar a los colegios que los visitan en las caminatas ecológicas y en las jornadas programadas de extensión a la comunidad, a las que han asistido más de 500 mil niños, jóvenes y adultos.
La Fundación ha creado una serie de programas para la promoción del río Bogotá y de su mayor atractivo, el Salto del Tequendama, a través de varios proyectos de conservación ecológica de la región. Por esto hacen un llamado a las empresas que afectan directa o indirectamente la calidad del río, para que vean en el medio ambiente una oportunidad para ejercer su responsabilidad social empresarial aportando a la preservación del agua, sino de trabajo, pues este preciado liquido es también el principal insumo de sus negocios.
Un Museo de la Biodiversidad en la emblemática casona
Este es el último proyecto de la Fundación GEP, que adquirió la casa que corona el Salto, la cual a través de los años ha pasado de estación del tren a hotel-restaurante, y allí, conservando la belleza arquitectónica de la propiedad, se instalará la futura Casa Museo El Porvenir–Biodiversidad y Cultura, cuya recuperación total asciende a 1.600 millones de pesos.
En este lugar, inspirado en el agua, los visitantes podrán recorrer la historia alrededor del río Bogotá; conocer en tiempo real las acciones para su recuperación; informarse de los proyectos empresariales e industriales que son ejemplo de conservación de fuentes hídricas y de manejo de desechos; apreciar la riqueza arqueológica de la región; identificar el proceso generación energética y, finalmente, se pretende que el rescate de este patrimonio arquitectónico sirva de ejemplo de que los colombianos sí queremos y podemos recuperar nuestros recursos hídricos.
Si desea mayor información sobre el proyecto, consulte la página www.granjaecologicaelprovenir.com.