Al elaborar su árbol genealógico podrá conocer detalles como de dónde viene que el nieto tenga los ojos claros, de quién sacó esos hoyuelos en las mejillas y hasta la historia de campeones o alumnos brillantes en la familia.
Pero, también es la oportunidad para conocer sus antecedentes de enfermedades, determinar cuáles son heredables y tomar medidas correctivas desde temprana edad, que permitan reducir el riesgo.
Por eso, todos deberían hablar con sus familiares más cercanos (primer y segundo grado de consanguinidad: padres, hermanos, tíos, sobrinos, hijos, abuelos) sobre los estilos de vida, enfermedades y otras características que se han presentado en su historia de vida.
Aclara la doctora Paula Hurtado, especialista en Genética Médica, del Centro Médico Imbanaco, que si bien, “tener un familiar con una enfermedad aumenta su riesgo, no significa que necesariamente usted la tendrá, sí es clave saber ese dato y tener la oportunidad de disminuir el riesgo, a partir de un estilo de vida más saludable, realizando los chequeos correspondientes, evitando acciones que puedan predisponer aún más a desarrollar la condición”.
Conocer esos antecedentes se considera hoy una de las mejores estrategias en salud pública en el tema de prevención de enfermedades, y a la vez es un compromiso de cada ciudadano que contribuye a que el sistema de salud mejore.
“Son datos relevantes de la historia familiar que pueden ser clave para decisiones futuras. El no saberlo puede ser un sesgo para la interpretación del médico y el manejo como tal”, complementa la doctora Yeni Patricia Rodríguez S., asesora genética en cáncer y alto riesgo, del Centro de Oncología de la Clínica del Country.
LO QUE SE PUEDE ENCONTRAR
Ximena Llano Latorre, estudiante de Comunicación Social de la Universidad Cooperativa de Colombia, no había pensado antes en el tema, hasta que en clase de Teorías de la Investigación les pidieron elaborar el árbol genealógico.
“Descubrí que es importante prevenir la diabetes, ya que desde generaciones atrás ha venido atormentando la salud de mis familiares, y ahora tengo plena conciencia de la necesidad de cuidarme”.
El doctor Enrique Melgarejo, cardiólogo y electrofisiólogo, profesor emérito del Hospital Militar Central, señala que, como en el caso de Ximena, la diabetes es una de las enfermedades, además de las cardiovasculares, el cáncer y otras, que pueden adquirirse por herencia y/o transmitirse a su descendencia.
“De ahí la importancia de saber sobre el tema, y es por ello que todo médico pregunta dentro del interrogatorio de la elaboración de la historia clínica de qué fallecieron sus familiares en línea directa o qué enfermedades presentan, precisamente para saber qué riesgos tiene usted”.
“Si ambos padres son diabéticos, el riesgo de que se herede es altísimo. O si en línea directa alguien menor de 65 años tuvo o falleció por un infarto o un ataque cerebro-vascular”, añade Melgarejo.
LA PREVENCIÓN PRIMORDIAL
Construir su árbol genealógico puede ser un momento de integración familiar, y hasta existen programas completamente gratis en internet que lo pueden ayudar en esta tarea.
Es el primer paso también para profundizar en los factores que afectan la salud, como la herencia, el medioambiente, el estilo de vida y los hábitos, y “proteger a la familia a partir de la infancia, lo que actualmente es llamado Prevención Primordial, y que además incluye hábitos como el ejercicio, la nutrición adecuada, no fumar, mantener su peso, entre otros factores. De esta manera se evitará en gran medida que los genes se expresen y que aparezca la enfermedad, o por lo menos se retarda o atenúa la aparición de la misma o se mantiene bajo control si se presenta”, dice el doctor Enrique Melgarejo.
Además, en casos como el del cáncer de seno, al saber la verdad puede beneficiarse de pruebas de detección selectiva, conocer a tiempo el riesgo y prevenirlo, o el inicio de la enfermedad, y tratarla oportunamente.
Marisol Ortega
Especial para Portafolio