Según el portal de emprendimientos Kickstarter, la idea la tuvo Hernán Asto, quien no contó con energía eléctrica en su casa, por lo que usaba velas como para iluminar mientras realizaba sus deberes y, durante años, inhaló las sustancias tóxicas del humo.
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Junto a un grupo de profesionales, Asto decidió crear un dispositivo de carga con fuentes de energía renovables para mitigar la huella de carbono y ayudar a las poblaciones distantes que pasan por la situación que él vivió en su niñez.
Se trata de Alinti, un biocargador que fusiona la energía que produce la fotosíntesis de las plantas con la energía solar.
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El dispositivo, en la parte superior, tiene un espacio para alojar a la planta, en la parte de atrás un panel solar, y en la parte frontal una lámpara. En el costado dispone de un panel de control y un puerto USB para conectar los celulares.
De hecho, la planta se cuida sola, pues informa, por medio de una pequeña bocina, lo que necesita en el momento: agua, luz solar o fertilizantes.
El invento ha recibido el reconocimiento de importantes marcas como AT&T, Telefónica, History, Meta, Expo Dubai, Premios Verdes y ASIPI, así como la certificación de varias universidades.
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