Más de 300 millones de estudiantes en todo el mundo tienen su educación interrumpida por la propagación del coronavirus. Las escuelas y universidades nunca se habían visto afectados por una crisis de estas características y se han enfrentado al reto de trasladar a los estudiantes de manera masiva e inmediata al mundo de la educación en línea. Mientras que los trabajadores de la salud en todo el mundo arriesgan sus vidas en la primera línea de la pandemia de coronavirus, los héroes ocultos trabajan en silencio atendiendo la educación y el bienestar de los niños.
(Educación virtual fomenta las habilidades laborales del futuro).
Para los maestros, los cambios abruptos en las rutinas diarias y el aislamiento físico de los estudiantes han presentado nuevos desafíos y preocupaciones sobre cómo mantenerse conectados y apoyar el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes. Adela Cruz, Rectora del Colegio Nueva York de Bogotá menciona: “En realidad los colegios no estábamos preparados para brindar un servicio educativo desde la virtualidad y menos los padres y los alumnos, por lo cual, para todos ha sido un proceso de alfabetización tecnológica para realizar videoconferencias, ubicar herramientas y hacer uso de ellas”.
(Las aulas virtuales, estrategia clave para mejorar la educación).
Sin embargo, en estos tiempos de interrupción de nuestras actividades diarias, incluida la vida en el colegio, es importante encontrar nuevas formas de brindar educación a los estudiantes. Una de las principales necesidades en este momento es una mayor comprensión de cómo los educadores pueden ser más efectivos cuando enseñan de forma remota. Por ello, Adela Cruz sugiere algunas ideas para aquellos que están enseñando remotamente:
“El trabajo, desde la virtualidad se duplica y hasta se triplica, ya que poder atender de manera individual la angustia de las familias y estudiantes, para acceder a realizar sus actividades y hasta la combinación de actividades del hogar, hace de esta tarea algo complicado y que solo la dedicación, compromiso y vocación logra superar las dificultades para optimizar el acompañamiento a nuestros estudiantes”, agrega Cruz.
Finalmente, es importante que las instituciones evalúen cuidadosamente sus estrategias de enseñanza remota en todos los cursos durante la crisis de Covid-19. Las instituciones deben tener en cuenta la retroalimentación de sus estudiantes y profesores para mejorar sus planes de contingencia para impactar positivamente la enseñanza y el aprendizaje.