La prenda, fabricada de lana virgen de oveja, con la cual los campesinos de Boyacá, en el centro de Colombia, se protegen del frío, ha empezado a aparecer en versiones rosa desde que el ciclista de Movistar empezó a portar la maglia rosa de líder.
Es que la actuación, no solo de Nairo Quintana, sino de todos los pedalistas nacionales en la actual versión del Giro de Italia ha contagiado a todos los colombianos de un amor por el ciclismo que en el país se renueva de generación en generación.
“Estoy muy feliz. Ha sido un día espectacular (el viernes), siempre con muy buenas sensaciones. Ante todo he disfrutado del público que tanto me ha apoyado durante toda la crono. Llevarme esta etapa es muy importante”, comentó Quintana tras su segunda victoria en el Giro, después de la del martes, que le sirvió para vestirse con la maglia rosa.
El boyacense está muy cerca de coronarse campeón de la segunda carrera en importancia en el circuito ciclístico nacional, después del Tour de Francia.
“No lo había querido decir antes, pero la cronoescalada es mi especialidad y tenía que hacerlo, no podía dejar pasar esta etapa sin ganarla. Menos aún después de que mi familia haya venido a verme desde Colombia. Ellos me han dado mucha fuerza. La gente me pedía que dejara un sello y aquí está lo que tengo para ganar el Giro”, apuntó un sonriente y orgulloso Nairo, enfundado en la camiseta rosada que lo define como el mejor de la carrera europea.
El escalador Quintana no es el único que le ha ofrecido alegrías al país. Rigoberto Urán, que el año pasado fue segundo en la clasificación general del Giro repitió esa brillante actuación.
El antioqueño fue el primero en la actual competición en vestirse de rosa. El martes pasado perdió el liderato por una estrategia arrolladora del Movistar, equipo de Quintana. Lo de Urán es igual de valioso.
Otro escarabajo destacado es Julián Arredondo, que se coronó campeón de la montaña tras una serie de brillantes actuaciones durante las tres semanas de la empinada competencia. Arredondo se lleva como recuerdo el triunfo en una etapa, en su debut en el circuito internacional.
“Es el comienzo de grandes cosas para mí, espero", comentó Arredondo en un comunicado del equipo Trek, el jueves, cuando ganó la etapa número 18 de la carrera.
Lo cierto es que Colombia y el mundo ciclístico se han contagiado de la buena actuación de los colombianos, que, por la forma en que dominaron la competencia, parecía que estuvieran en las montañas de la geografía colombiana.
La crítica especializada se ha desbordado en elogios frente a la actuación de los escarabajos nacionales. El ciclismo, de tanto en tanto, es capaz de congregar la fe de un país que encuentra en el deporte motivos de satisfacción y orgullo. El Giro de Italia, nunca había sido ganado por un latino, historia que cambió hoy gracias a un puñado de escaladores con sed de triunfo.
Resumen de agencias