Hace unos años, alrededor de un pequeño local del barrio Kennedy, en el sur de Bogotá, los vecinos comenzaron a ver un extraño desfile de personajes de enormes ojos redondos, pero rasgados a la vez, con un evidente toque oriental. Había desde simpáticos adolescentes con vestidos de colores hasta niñas en minifalda con medias de colegiala, pasando por misteriosos protagonistas de mirada maliciosa e intenciones secretas.
No eran de carne y hueso. Se trataba de las figuras del novedoso género de narrativa gráfica manga, proveniente de Japón, que un par de jóvenes bogotanos quería presentarles a los habitantes de esa zona de la capital como muestra de una de las más difundidas y admiradas formas de cultura de aquel país.
Ángela Hernández y Sergio López eran todavía dos estudiantes de japonés de una academia de idiomas, y habían conocido esa manera de mirar el mundo a través de los videojuegos y la televisión. "El género manga a Colombia llegó escasamente por algunos libros y revistas y se dio a conocer primero con el anime o series de dibujos animados como Dragon Ball y Los caballeros del Zodiaco –recuerda ella– y conquistó a toda una generación".
De esa afición infantil les nació la idea de divulgar esta cultura. La pareja de amigos se conoció en el 2008.
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"Empezamos a buscar contactos, sobre todo con editoriales de México, para importar libros de manga. Éramos muy pequeños y lo primero que hicimos fue identificar las necesidades del mercado. Nuestra brújula era traer lo que nos gustaría encontrar como clientes", explica Ángela Hernández.
En ese local, situado cerca de la estación Banderas de Transmilenio, arrancó entonces la tienda. "Solo podíamos abrir los fines de semana, pues el negocio aún no era sostenible –dice ella–. Pero empezamos a despertar la curiosidad entre las personas sobre la literatura japonesa. La idea estaba basada en que, de ese local, nadie se fuera sin aprender algo nuevo".
Interesar a la gente de todo tipo –desde padres de familia hasta estudiantes universitarios– y el contacto personal se convirtieron entonces en la estrategia de marketing que hizo crecer la naciente y emprendedora empresa."El objetivo era hacer masivo el culto por el género, que fuera accesible a todo el mundo", señala la joven emprendedora.
Y el mercado respondió, lentamente. Del pequeño local de Kennedy se pasó a una tienda en Chapinero, bautizada como Mangalianza Centa. De acuerdo con Kinirokay.com, un portal especializado en pasatiempos y aficiones y que contiene artículos de opinión, programas de radio y el primer periódico Friki de Colombia, "se inauguró el Mangalianza Centa en Bogotá, un centro especializado en animación y hobbies donde se pueden encontrar tiendas, bibliotecas, academia de artes marciales y muchas otras cositas".
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Al poco tiempo, exactamente el 25 de febrero del 2012, en el parque temático sobre ciencia y tecnología Maloka, y con la presencia del embajador de Japón en Colombia, Kazuo Watanabe, se abrió la nueva casa de Mangalianza Centa, una empresa cultural que distribuye de forma exclusiva en el país títulos de las más prestigiosas editoriales del género manga y cómic de España y México.
Ángela Hernández y Sergio López, fundadores de Mangalianza Centa, empresa que distribuye en el país títulos del género manga y cómic.
Archivo particular
Ocio y fantasía
Mangalianza Centa, la empresa cultural que distribuye de forma exclusiva en el país títulos de las más prestigiosas editoriales del género manga y cómic de España y México, estará presente en la novena edición del Salón del Ocio y la Fantasía 2017, que se llevará a cabo del 12 al 16 de octubre en Corferias, en Bogotá. Para ello ha organizado el Salón SOFA del Manga y el Cómic, creado por Mangalianza, y que será el pabellón 5 de Corferias.
Tendrá una muestra de su extensa biblioteca con lectura en vivo, venta de libros, actividades lúdicas con la Academia de Lenguas Orientales, ilustradores invitados y presencia de representantes de la editorial Panini Manga de México, entre otros atractivos.
La apertura, cuyas escenas prin- cipales pueden verse en el link www.youtube.com/watch?v=o7Ds9scDokY, congregó a cientos de admiradores del género manga e incluyó un concurso de cosplay (contracción de costume play, juego de disfraz), en el cual los participantes usaron disfraces, accesorios y trajes que representaban a personajes de esa tendencia.
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Hoy, Mangalianza Centa cuenta con más de 1.700 títulos de manga, novelas y libros que distribuye a diferentes puntos especializados en las principales ciudades del país, y una biblioteca de uso público con cerca de 3.000 títulos en español, francés y japonés, la cual se ha convertido en la más grande de Latinoamérica en su sector. "No es solo una tienda, sino un espacio para generar experiencias y buenas sensaciones en los clientes", afirma Ángela Hernández. En su sede, Mangalianza ofrece al público un espacio de karaoke japonés, que se caracteriza por ser una de las actividades que más se realizan entre amigos y colegas en una sala privada en Japón, más de lo que estaríamos acostumbrados en Occidente.
También se dictan clases de japonés en conjunto con la Academia de Lenguas Orientales. Entre este local y el pequeño del barrio Kennedy, en donde comenzó la aventura, puede haber mucha diferencia, pero la esencia se mantiene. "Y es vincular a las personas a esta forma de ver la cultura. Creo que la palabra que nos definiría es ser inclusivos", concluye Ángela Hernández.
