Ninguno de los candidatos presidenciales tiene votos suficientes para ganar por sí solo. Eso hace que desde esta semana se haya desatado una verdadera cacería de sufragios, de todos ellos. Claro, cada uno a su manera.
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Uno de los botines más preciados, pero con más problemas a la vez, son los casi 4 millones de votos que los conservadores y ‘la U’ obtuvieron para las elecciones legislativas, el domingo pasado.
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Como esos dos partidos no tienen candidato presidencial propio, no les queda otro camino que salir a ponerle sus votos a uno u otro candidato, lo que tampoco resulta fácil, entre otras razones por el desprestigio en que han caído las maquinarias políticas.
Consecuente con esto, no se va a ver la fotografía del candidato Iván Duque (coalición de centroderecha) firmando alianzas con el Partido Conservador o con ‘la U’.
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“Las coaliciones que más le importan a la ciudadanía son las que se hacen basadas en programas, en principios y en propuestas, no en negociaciones burocráticas”, dijo Duque.
Sobre el mismo tema, la respuesta de Germán Vargas a este diario fue: “No he dicho que tenga alianza con algún partido, tengo sí aproximaciones con algunos dirigentes”.
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Sergio Fajardo (Coalición Colombia), según él, más negado a caer en negociaciones con partidos, tuvo una respuesta similar: “Las 700.000 veces que me han preguntado por nuevas alianzas he dicho: ‘nosotros ya tenemos una muy potente con el Polo, la Alianza Verde y Compromiso Ciudadano’”.
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Humberto de la Calle, candidato liberal, tiene el corazón un poco partido. Por un lado, dijo: “Tengo la decisión de ir a primera vuelta con mi fórmula y el Partido Liberal, y creo poder hacer tránsito a segunda vuelta”, pero también admitió que tiene una preocupación: “Que eso no ocurra (es decir, que él no pase a segunda vuelta) y que dos fuerzas de derecha (la de Germán Vargas y la de Iván Duque) vayan a segunda vuelta”.
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Aunque persisten serias dudas sobre la dificultad jurídica de que De la Calle pueda hacer alianza con Fajardo (eso a Fajardo, además, no le interesa), el líder liberal no descarta que surja una fórmula para no dejar pasar a las derechas a segunda vuelta.
Gustavo Petro, quien antes y durante su campaña para la consulta insistió en una coalición amplia, mantiene su expectativa de una “unidad de todas las fuerzas ciudadanas democráticas y progresistas del país”. Además, la escogencia de Ángela María Robledo como su fórmula vicepresidencial podría apuntar a sumar a sectores de los ‘verdes’, partido de ella.
Desde que Petro comenzó a repuntar en las encuestas sobre intención de voto, Fajardo comenzó a ceder. Parte de la estrategia del candidato de la Colombia Humana sería ir en busca de sectores de los ‘verdes’ más afines con su tendencia ideológica.
Esta semana, al hacer el análisis de los resultados de la jornada electoral del pasado domingo, prácticamente todos los candidatos coincidieron en que, de los presidenciables fuertes, Petro es quien tiene menos posibilidades de crecer de cara a la primera vuelta. Pero si logra pasar a la segunda, otra podría ser la historia.
Aunque en total 36’025.318 ciudadanos están habilitados para sufragar, se estima que un poco más de 18 millones de colombianos irán a votar en la elección de primera vuelta, este 27 de mayo. Un antecedente es que el domingo pasado 17’818.185 ciudadanos votaron a Congreso. Históricamente (con muy pocas excepciones) suele haber mayor votación a presidente que a Congreso.
Para algunos candidatos, por lo menos 9 millones de colombianos que no se expresaron en las consultas interpartidistas (9’638.288 sí lo hicieron) irán a las urnas el 27 de mayo, y todos los aspirantes consideran que una parte de ese pastel les pertenece.
Inclusive, algunos candidatos presidenciales consideran que las votaciones por Iván Duque y Gustavo Petro, ganadores de estas dos consultas, fueron infladas por votantes de otros partidos que no mantendrían su apoyo a ellos en primera vuelta y se preparan para ir por una parte de sus votos para esa contienda electoral.
“Una gran cantidad de personas que votaron por esas consultas van a votar ahora por nosotros”, dijo Fajardo muy convencido de su argumento. Y agregó: “Los que no votaron son el gran reto nuestro”.
Vargas Lleras, en esa misma dirección, le dijo a este diario: “Los 9 millones que no votaron en las consultas, más los que sí votaron, pero no lo hicieron por las listas del Centro Democrático, buscarán en primera vuelta una nueva opción y ahí estaremos nosotros”.
Los cinco candidatos con mayor opción, como se ve, tienen sus propias estrategias para ir por los votos que necesitan para ganar.
Los uribistas, por lo demás, comenzaron a hacer cuentas sobre cómo alzarse con la elección presidencial en primera vuelta, para lo que necesitarían conseguir casi dos millones de votos más de los que obtuvieron los tres precandidatos en la consulta del domingo.
CONSERVADORES Y LA 'U'
Las movidas más intensas por votos, esta semana, corrieron por cuenta de los conservadores y ‘la U’. Las bancadas de esos partidos se reunieron para discutir a quién entregar su apoyo, pero en ambas colectividades triunfó la tendencia de esperar. Las mayorías de ambas bancadas están divididas entre apoyar a Vargas Lleras y a Duque. Los dos candidatos adeptos ya definidos en ambos partidos.
La discusión que todavía no está resuelta es si esos dos partidos podrán tomar decisiones institucionales para apoyar, como tales, a uno u otro candidato, o si se terminará imponiendo la fragmentación que dejaría a los congresistas en libertad de apoyar al líder de sus preferencias.
En las discusiones de esta semana, cada partido tuvo forcejeos intensos por entregar sus votos a Vargas o a Duque. Al final, los jefes de las dos colectividades –Hernán Andrade (en los conservadores) y Aurelio Iragorri (en ‘la U’)– fueron autorizados por sus bancadas para hacer contactos con las campañas de Vargas y Duque, a fin de examinar las condiciones para una eventual alianza.
En los conservadores, Andrade logró que se dialogara no solo con Vargas, sino también con Duque antes de tomar una decisión. Y en ‘la U’, los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti consiguieron que esas consultas se extendieran al candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, cuya reunión se realizó ayer.
Los jefes de los partidos volverán a reunirse con sus bancadas para entregar el balance de sus gestiones, esta semana.
EL TIEMPO pudo establecer que en ambas bancadas predomina la idea de esperar a conocer los resultados de nuevas encuestas sobre intención de voto para tomar una decisión final al respecto.
Por ejemplo: el senador electo David Barguil, quien ya había expresado su simpatía personal por Vargas Lleras, dijo esta semana que lo mejor es que “el partido tome una decisión institucional”.
Mientras tanto, ya hay congresistas de los dos partidos repartidos, de manera individual en las dos campañas, haciendo trabajo de bajo perfil.
'VICES PARA SUMAR'
La clave es sumar y la definición de todos los ‘vices’, se hizo con la calculadora en la mano.
Del lado de la derecha están Juan Carlos Pinzón, fórmula de Germán Vargas Lleras, y Marta Lucía Ramírez, quien acompaña a Iván Duque.
En el caso de Pinzón, el exministro de Defensa le aporta a Vargas, entre otras cosas, el apoyo de un sector de militares en retiro, frescura, una buena trayectoria y una reafirmación de que esta dupla será igual o más firme que el uribismo con los grupos al margen de la ley si llega al poder.
Mientras que Ramírez le contribuye a Duque con su experiencia, cosechada en los ministerios de Comercio Exterior y Defensa, en el Congreso y en otra campaña presidencial, la del 2014, su buena votación en la consulta interpartidista y un sector del partido Conservador.
En el espectro de la centroizquierda hay dos actuales congresistas, elegidos en el 2014, por Alianza Verde: Ángela María Robledo, con Gustavo Petro, y Claudia López, con Sergio Fajardo.
Robledo lleva a la campaña de Petro su decidido apoyo al proceso de paz con las Farc y el respaldo de un sector de izquierda que apoya sus tesis, más la evidente posibilidad de empezar a drenar sectores de los ‘verdes’ hacia Petro, como ya se mencionó. Y esta apuesta puede ser muy importante de cara a la segunda vuelta, si Petro logra pasar a ella.
En cuanto a López, la senadora le aporta a Fajardo su lucha vertical contra la corrupción, razón por la cual el candidato ya le encargó el diseño de la estrategia para erradicar este flagelo. La buena imagen pública de López ayuda a fortalecer el voto de opinión a favor de Fajardo.
En el centro se ubica la candidatura de Humberto de la Calle, quien designó a Clara López como su ‘vice’. En este caso, López lleva a la campaña de De la Calle su experiencia, tanto en la militancia partidista como en el sector público, al igual que el apoyo de algunos sectores de izquierda y de centroizquierda que le son fieles a la exministra.
Piedad Córdoba tiene como fórmula al exmagistrado Jaime Araújo Rentería, y Viviane Morales, a Jorge Leyva Durán, pero los registros en las encuestas de intención de voto de ambas campañas no las hacen, al menos por ahora, aparecer como prioritarias en los actuales cálculos de posibles alianzas.
EL CENTRO SERÁ CLAVE
Lo que sí está claro, y especialmente después de las consultas interpartidistas del pasado domingo, es que en un clima de evidente polarización entre derecha e izquierda, el centro será decisivo en el resultado final de esta elección presidencial.
El centro aún no ha sido medido y tiene dos grandes protagonistas en esta contienda: el candidato liberal, Humberto de la Calle, y Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia.
La coalición de Fajardo y el candidato liberal tienen todo un coro pidiéndoles que se unan, para aumentar las posibilidades de una ‘tercera vía’, que rompa la polarización entre derecha e izquierda. Pero son más las dificultades que las posibilidades para que eso ocurra.
Si Fajardo y De la Calle van separados, como todo parece indicar que sucederá, sus posibilidades de pasar a la segunda vuelta podrían verse comprometidas.
Tanto Germán Vargas, como Iván Duque y el propio Gustavo Petro saben que necesitan una porción de centro para asegurar su paso a segunda vuelta. De manera que si todos van por el centro, ¿cuánto del centro quedará para el centro? Esa es la pregunta.
Así las cosas, la posibilidad de una ‘final’ derecha contra derecha o derecha contra izquierda no es descartable. Lo interesante es que aún en este caso, el centro sería decisivo al inclinar la balanza.
El otro factor a considerar es que vienen los debates presidenciales, y aquí el tablero de este complejo ajedrez puede moverse de forma importante. La gente no ha visto a los candidatos en un mano a mano, y en el cruce de argumentos las preferencias, las ideas preconcebidas sobre una u otra opción, se pueden modificar.
ALGUNAS MOVIDAS POLÍTICAS
Desde la Coalición Colombia ven con buenos ojos que su candidato presidencial, Sergio Fajardo, invite al exalcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, a apoyar su campaña presidencial. Caicedo se midió en una consulta con Gustavo Petro y, aunque no ganó, sí logró unos 500.000 votos. Petro dice que no ha hablado con Caicedo.
El candidato por el Partido Liberal, Humberto de la Calle, se reunió ayer con el director de ‘la U’, Aurelio Iragorri, quien dijo que “en este país debe haber luces de unidad, no podemos seguir en tanta división”.
Germán Vargas e Iván Duque siguen en la puja por obtener la mayor cantidad de apoyo de los conservadores y del partido de ‘la U’.
El partido de la Farc quedó fuera de la carrera a la presidencia. Primero, Rodrigo Londoño, no se postuló debido a su estado de salud y segundo, la Farc no ha definido a quién respaldarán, pero sobre todo porque ningún otro candidato quiere recibir su apoyo.
Redacción Política
EL TIEMPO