En el Grand Prix brasileño que puso fin a la temporada, los equipos de la mayor serie del automovilismo discreparon acerca de cómo abordar los crecientes costos que el ex propietario de equipo Eddie Jordan dijo que podrían llevar a “una gran implosión si no se hace algo con rapidez”.
Los equipos chicos y medianos, entre ellos Sauber y Lotus, experimentaron esta temporada crisis de efectivo y piden que se establezca un límite al gasto con sanciones similares a un nuevo acuerdo en el fútbol europeo.
Red Bull, que proclamó sus cuartos títulos consecutivos en constructores y pilotos, y McLaren, un integrante habitual de la Fórmula 1 desde 1966, consideran que un límite no es algo práctico porque los equipos lograrían sortear las reglas.
“Me gustaría que se controlaran los costos, por supuesto”, dijo en una entrevista Christian Horner, que está al frente de Red Bull.
Un límite sería “imposible de controlar porque hay demasiadas estructuras diferentes, demasiadas entidades diferentes. No veo cómo podría controlarse su cumplimiento”.
La disparidad económica puede observarse en las cuentas de Red Bull, cuyo campeón mundial, Sebastian Vettel, obtuvo en Sao Paulo su novena carrera consecutiva récord en una sola temporada, y en las de Marussia, cuyos autos ocupaban los últimos dos lugares al comenzar la carrera brasileña.
‘CÍRCULO EN EXTREMO VICIOSO’
Red Bull Technology Ltd., una compañía que diseña y fabrica el auto ganador, tuvo ventas de 231,9 millones de libras (US$375 millones) y costos de 201,3 millones de libras hasta fines de 2012. Red Bull Racing Ltd., una subsidiaria que administra el equipo, tuvo ventas de 176,3 millones de libras y costos de 170,3 millones de libras.
Manor Grand Prix Racing Ltd., la empresa matriz de Marussia, tuvo ventas de 28,3 millones de libras y costos de 54,4 millones de libras en el mismo período. Red Bull se aseguró 596 puntos esta temporada, mientras que Marussia ni siquiera obtuvo uno.
Red Bull, Ferrari y McLaren llegaron este año a un acuerdo con los propietarios de la serie por el cual los equipos comparten US$180 millones en pagos de contrataciones. Mercedes y Williams también cerraron acuerdos.
Los equipos más chicos pueden entrar en un círculo vicioso de gasto excesivo para mejorar posiciones y conseguir auspiciantes, según la jefa de equipo de Sauber, Monisha Kaltenborn.
En julio, inversionistas rusos salvaron Sauber, que tiene sede en Suiza, en momentos en que tenía problemas para pagar sus deudas, entre ellas el salario del piloto Nico Hulkenberg.
“Si no se es muy bueno, resulta muy difícil atraer auspiciantes”, dijo Kaltenborn, la única mujer del deporte que está al frente de un equipo. “Es un círculo en extremo vicioso del cual es muy difícil salir”.