El día que César Suárez se despertó y vio que su almohada estaba manchada de sangre supo que era hora de parar y dejar su alto cargo como ejecutivo de una empresa nacional. Su médico le advirtió: si no bajaba los niveles de estrés, en el trabajo podría sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). De inmediato renunció a su sueldo millonario, a las secretarias, los asistentes y a los cinco directores de producto que dependían de él. Salió de su zona de confort, de los trajes de corbata y las extensas reuniones de junta directiva, para saltar a uno océano distinto.
Suárez, quien combinaba su actividad de alto ejecutivo con la del conferencista tradicional que dictaba charlas de liderazgo tras un atril, decidió reinventarse y pasar a un escenario de luces en el que mezcla sus conocimientos gerenciales con el humor, la música, el teatro y la comunicación. Su objetivo es inspirar a las personas y, de paso, evitar que estas lleguen al extremo de arriesgar su vida como le pasó a él. A esa idea la llamó ‘Stand Up Management’, una nueva forma de aprender y aplicar conceptos de productividad organizacional, que es hoy muy apetecida por las empresas.
De las conferencias de este ingeniero industrial con una maestría en administración de empresas salieron las aburridas estadísticas, el lenguaje técnico-académico, las tediosas presentaciones en Power Point, el acartonamiento y el protocolo. Con humor y lenguaje cotidiano, ha logrado que la gente tenga mayor aprendizaje, retención de conocimientos e inspiración.
Su primera presentación fue en el 2008, en el teatro Astor Plaza de Bogotá ante un público de 750 personas, entre las que había empresarios a los que les había vendido la idea, pero quienes solo ese día entendieron que capacitar al personal en las compañías podía ser divertido y efectivo. Desde ese año hasta la fecha, las presentaciones del colombiano han sido vistas por 70.000 personas en siete países de Latinoamérica, y ellas giran en torno a la comunicación asertiva, romper paradigmas, pasión, positivismo e ignorancia selectiva, reinvención y orientación al logro. A eso, según afirma, le agregó humor, música y narración oral escénica.
“No todas las personas aprenden igual y por eso aplico programación neurolingüística: algunas personas aprenden mejor desde lo visual; otras, desde lo auditivo, y otras, desde lo kinésico. Por eso siempre tengo esos tres componentes en mis presentaciones”, asegura Suárez, quien ha recorrido con su show Colombia, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Ecuador y Venezuela.
Para quienes han asistido a sus ‘Stand Up Management’, Suárez logra que los empleados de las empresas aprendan más sobre conceptos organizacionales por el ambiente relajado que logra generar. Entre sus clientes se cuentan empresas como Porvenir, General Motors, Colsubsidio, Alpina, Chevron y Carvajal, entre otras 60 compañías. También hay bancos, ministerios y compañías de telecomunicaciones.
Juan Fernando Pineda, vicepresidente comercial del Banco de Bogotá, por ejemplo, dijo luego de una de las presentaciones de Suárez, que este, de una manera distinta, asertiva y positiva, logra comunicar mensajes administrativos, utilizando una metodología válida y útil, que permite adaptarla a diversos temas con mucho éxito. “En términos de las necesidades planteadas y que le pedimos a César que se transmitiera, se logró con lujo de detalles”, comentó Pineda en uno de los videos que ha colgado Suárez en su web, para dar a conocer las opiniones de sus clientes.
Para el creador del Stand Up Management, “las personas aprenden más cuando se relajan. En ese momento uno logra que se distraiga su consciente con la risa o la música, por ejemplo, y así podemos llevar al inconsciente el concepto que queremos transmitir y por ende hay mayor retención de ese conocimiento. No es reírse todo el tiempo, porque esto no es un stand-up comedy. Usamos el humor como uno de los muchos recursos que tenemos para estimular todos los sentidos y llevar conocimiento gerencial”.
‘EN EL TRABAJO HAY QUE SER LA ZANAHORIA CATALIZADORA’
Una de esas historias divertidas que más pegan en la gente es la que César Suárez relata sobre la función de la zanahoria en el tamal. Aquí, con humor, hace una retrospectiva, desde los indígenas hasta nuestros tiempos, de cómo esta verdura fue incluida en el plato típico para catalizar o absorber todos los excesos de toxinas. Con el relato da lecciones de un jefe, innovación y trabajo en equipo. “Cuando los equipos trabajan por metas muy retadoras, se genera un nivel de estrés muy alto que se vuelve una bomba de tiempo y la gente es más irascible, más sensible; hay roces entre los compañeros de trabajo y se crea un ambiente tóxico que hace disminuir la productividad. Pero si usted se vuelve como la zanahoria, logrará reorientar esas toxinas hacia otro lado, haciendo parte de la solución y no del problema”, comenta Suárez.
TRABAJO EN EQUIPO
Para este proyecto, César Suárez no trabaja solo. Detrás de él hay todoun equipo de profesionales que incluye desde la gente que comercializa sus foros, los técnicos de luces y sonido, y el asesor comediante hasta un músico que compone temas originales para sus conferencias.
Elvis Martínez Bermúdez
Redacción Domingo