La infraestructura de calidad se define por la ISO como un sistema que integra organizaciones (públicas y privadas), políticas, regulaciones, marcos legales pertinentes, procesos y prácticas requeridas para garantizar, validar y mejorar la calidad, seguridad y solidez ambiental de los bienes, servicios y procesos. Esta infraestructura se fundamenta en metrología, estandarización, acreditación, evaluación de conformidad y vigilancia del mercado.
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El contar con una infraestructura de calidad es fundamental para contrarrestar la crisis actual que se vive ya que de ella depende el poder garantizar la confiabilidad, trazabilidad, seguridad y garantía, por ejemplo, en los dispositivos médicos, en las pruebas diagnósticas, en los insumos y en equipos de protección personal. Una ilustración sobre el tema se puede apreciar en los servicios de laboratorio, estos deben garantizar y asegurar la calidad, exactitud y precisión de las pruebas desarrolladas lo cual es esencial para determinar la efectividad del diagnóstico, la atención requerida, medicamentos a administrar, monitoreo y seguimiento terapéutico para una atención segura y con ello lograr mejora de la salud y el bienestar.
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De acuerdo a ONUDI, las áreas claves de la infraestructura en calidad con impacto directo en la crisis y que deben promover nuevos procesos y estrategias que fomentan la reactivación económica a través de la innovación y el cumplimiento de estándares, prácticas de evaluación global de metrología y conformidad, están relacionadas con:
Políticas: Definir una política de calidad es trascendental para identificar los roles y responsabilidades de todos los grupos de interés de la infraestructura de calidad que incluye al Instituto Nacional de Metrología, a los Organismos de Acreditación, a el Organismo Nacional de Normas y los proveedores de servicios de evaluación de la conformidad públicos y/o privados, los cuales deben sincronizar esfuerzos para proteger al consumidor y al comercio, lo cual debe gestionarse de forma efectiva en momentos de crisis, ya que las decisiones se basan en el análisis de datos confiables y el mapeo efectivo de la situación.
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Estándares: Permiten contar con la experiencia y conocimiento internacional sobre el uso, aplicabilidad, seguridad, calidad y desempeño de los servicios y productos que se encuentran en el mercado, a través de normas que identifican las características mínimas de un producto y sus componentes con sus respectivas pruebas y mejores prácticas. Lo anterior permite garantizar que los productos y servicios que se utilizan cumplen con los requisitos mínimos y la mínima desviación en cuanto a especificaciones que son fundamentales en los mercados, aseguramiento de las características de los equipos, la validez de las pruebas, entre otros. Ante la crisis muchas de estos estándares están sometidos a revisión por los organismos de estandarización con el fin de mejorar la calidad.
Acreditación: Es el aval o respaldo del correcto y pertinente funcionamiento de los sistemas de evaluación de la conformidad, a través de una certificación formal de la integridad de los organismos de evaluación de la conformidad y su reconocimiento internacional facilita el intercambio de productos y servicios. Además, otorga una “credencial o aval” de que sus procesos son conformes, calificados y competentes, lo cual es garantía de confiabilidad para los consumidores y el público en general.
Metrología: Generar confiabilidad en las mediciones es el fundamento de la investigación científica, el desarrollo técnico y la producción, esto garantiza el cumplimiento de requisitos (calidad, medioambiente, salud, seguridad) de bienes y servicios. En este proceso es fundamental contar con materiales de referencia certificados (CRM) y los métodos de medición de referencia, lo cual reduce el potencial de tener resultados no idóneos. Además, la trazabilidad de los resultados de medición a referencias declaradas y aceptadas internacionalmente, junto con sus incertidumbres de medición declaradas, proporcionan la base para su comparabilidad y aceptación global.
Evaluación de la conformidad: Genera la evidencia científica y técnica de si los productos cumplen o no con los estándares y requisitos, son aptos y seguros de acuerdo a su uso y aplicabilidad y se gestionan siguiendo las buenas prácticas. La fiabilidad y la precisión son fundamentales en tiempo de crisis ya que la gestión de riesgo permite salvaguardar los procesos de errores y resultados erróneos.
Empresas y negocios: Son fundamentales en la aplicación e implementación de los lineamientos y estándares de calidad que aseguren y garanticen que los productos y servicios que se ofertan cumplen con los requisitos y sean aptos para el propósito. El cumplimiento de las normas y las buenas prácticas se traducen en clientes y nuevos mercados.
Todos estos elementos evidencian la importancia de fortalecer las infraestructuras de calidad en el país como elemento decisivo para el desarrollo productivo y la sofisticación de negocios teniendo en cuenta que los consumidores buscan productos y servicios que aseguren la calidad y garanticen las características propias del bien o servicio que se esta adquiriendo. En un momento de crisis y post-crisis se convierten en factores fundamentales para fortalecer el aparato productivo y promover su crecimiento con nuevos productos y servicios.
Clara Inés Pardo Martínez
Post-doctora. Profesora de la Escuela de Administración – Rosario GSB y Centro de Estudios para la Competitividad Regional – Score de la Universidad del Rosario