Es por eso que a escasas dos semanas de realizarse el Open Championship en el campo escocés del Old Saint Andrews, Spieth se espera sea el torneo que marque el ascenso del talentoso golfista al número uno del rankin mundial de golf, que encabeza el norirlandés Rory Mcllroy, con tan solo 1,23 puntos de diferencia.
Spieth prefirió ir a jugar en Illinois antes que viajar a Gran Bretaña para disputar el Open de Escocia y prepararse mejor para el torneo que se inicia el 16 de julio.
Los motivos por los que Jordan se quedó en Illinois no son nada espurios, sino de carácter sentimental. Está claro que eso no se lleva mucho ahora, y menos entre los profesionales del deporte, pero Spieth jugó su primer torneo como profesional precisamente en el John Deere Classic que, además, fue el primer torneo que ganó. Por eso, y aunque el montante de premios es de los más bajos del Circuito Americano, Jordan prefirió quedarse con sus mejores recuerdos en los Estados Unidos.
En todo caso, a Spieth le da igual todo en lo que respecta a jugar al golf: gana el Masters en un jardín y el US Open en un campo de brócoli. Esta semana prefiere quedarse en los Estados Unidos y la próxima (16 - 19), sin apenas tiempo para recuperarse del jet lag y con solo un día o dos de entrenamiento en el Old Course, estará en condiciones de luchar por la Jarra de Clarete.