En Korea.net, un portal vinculado al Gobierno de Seúl, hay una sección dedicada al Hallyu, un término para describir la popularidad de la cultura pop coreana en otros países. La sección es especialmente necesaria ahora que la industria del entretenimiento coreana está más pujante que nunca.
En el 2011, el K-pop generó 3.400 millones de dólares en ganancias; en el 2012 las exportaciones de la industria ascendieron a 180 millones de dólares, y tan solo en la primera mitad del año pasado las tres agencias discográficas líderes de Corea del Sur amasaron 156 millones de dólares.
Después de años enfocados en el mercado asiático, el turno ahora es para América Latina, donde la invasión de la ola coreana se está sintiendo con fuerza entre los más jóvenes. Fenómenos como Psy, el rapero responsable del éxito Gangnam Style que contagió al mundo con el baile del caballito en el 2012, o los grupos musicales Wonder Girls y Super Junior son reconocidos por millones de adolescentes en América Latina. De hecho, cada vez más agrupaciones de K-pop ofrecen conciertos en la región.
El grupo CNBLUE agotó boletería cuando se presentó en Ciudad de México en enero, y Kim Hyung Jun se convirtió en el primer solista coreano en dar un concierto como el artista principal en Bolivia. Fuera de los 6.000 fanáticos que disfrutaron de sus canciones, otros 3.000 que no pudieron conseguir entradas se agruparon en las puertas del teatro.
“Esto no es un fenómeno pasajero”, publicó el portal dedicado a la ola coreana K-Pop Starz. “La difusión a través de redes sociales y YouTube ha hecho que si un grupo es popular en Corea, también lo sea en América Latina”, agregó. También ayuda que la ola coreana viene arrasando con el impulso de grandes compañías de la península. Por ejemplo, en Colombia LG se alió con el canal Caracol para producir un reality que buscaba un grupo de jóvenes que hiciera coreografías de las bandas de K-pop. Esto le dio mayor visibilidad a los artistas y resultó en la participación de U-Kiss en el Evento 40, un importante festival de música.
Pero el K-pop no es lo único que está en furor en América Latina. Los dramas televisivos coreanos son cada vez más populares entre los adolescentes. Según la Agencia de Contenido Creativo de Corea, las telenovelas fueron muy apetecidas en la conferencia del Programa de Ejecutivos Asociación Nacional de Televisión, que se llevó a cabo este año.
Prueba de ello es que My Fair Lady, una serie de la cadena coreana KBS, obtuvo el segundo rating más alto de cualquier programa transmitido en el canal paraguayo Red Guaraní. Asimismo, el rating promedio de los dramas coreanos en Perú suele estar alrededor de 6 por ciento, mucho más alto que el 2 por ciento de los programas locales.
No en vano, KBS Media vendió nueve series coreanas y la cadena SBS International encontró clientes para el drama Amándote mil veces, en Ecuador, Puerto Rico, Colombia, Bolivia y México.
EL ‘KOREAN POPULAR MUSIC’
K-Pop es un género musical que incluye diversos estilos como la música dance electrónica, hip hop, rap, rock, R&B, etc, y que se refiere específicamente a la música popular de Corea del Sur, debido a que Corea del Norte no posee una industria de música popular con influencia occidental.
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