El grupo editorial SM anunció la inversión de US$4 millones durante los próximos dos años en Colombia, con la idea de desarrollar nuevos productos, tecnología y fortalecimiento de su proyecto educativo para facilitar la formación de niños y adolescentes.
El conglomerado, con una trayectoria de 80 años, ha invertido US$12 millones desde que inició operaciones en Colombia hace 13 años.
El anuncio fue realizado por el director general para Colombia de Ediciones SM, Juan Pablo Pérez Molina, quien destacó cómo este grupo editorial de origen español y que está presente en 8.000 colegios en el mundo, le apuesta a América Latina como uno de sus ejes centrales de desarrollo.
“Nuestro mercado objetivo está orientado a colegios, en donde más que textos escolares, ofrecemos un ecosistema digital educativo que incluye: contenidos, comunicaciones, gestión, control y muchas más bondades que en 80 años de experiencia hemos capitalizado para fortalecer las instituciones educativas. La educación nos mueve”, comenta el directivo.
Para este año, la editorial orientada a la escuela católica, registra 2,5 millones de libros vendidos, llega a 1.200 escuelas y a unos 4 millones de jóvenes en el territorio colombiano, proyecta un crecimiento en su facturación no inferior a dos dígitos.
El ADN del Grupo SM es 100% educativo. No procede de una iniciativa empresarial que recalara en el mundo de la educación, sino que nace del aula y de la escuela (los religiosos marianistas profesores en los diferentes colegios, que durante las vacaciones ordenaban sus apuntes y programaciones para publicación, enriquecidos por constantes conversaciones sobre cómo dar clase y cómo mejorar la enseñanza) y progresivamente asume de manera seria y rigurosa la mediación empresarial.
Con el tiempo, esta visión se fortaleció y los ingresos generados fueron invertidos cada vez más en proyectos educativos para los menos favorecidos, hasta que 40 años después la Fundación SM tomó la decisión de separar el negocio editorial de la actividad fundacional. Así, la editorial tomó fuerza como empresa y comercializadora de textos escolares y la fundación consolidó su operación en pro de los menos favorecidos: a la fecha hay unos 50 proyectos en el mundo que son financiados con utilidades del negocio editorial.
MÁS ALLÁ DE LOS TEXTOS
El año pasado SM inició el proceso para obtener el sello como Empresa B (B Corporation Certification, por su nombre en inglés) en Perú y en México, el cual ya obtuvo desde hace varios años en Chile. Recientemente inició la evaluación para acreditarse en el resto de naciones donde cuenta con actividades editoriales y educativas.
“Las empresas con la certificación B Corporation van más allá del objetivo de generar ganancias económicas porque innovan para maximizar el impacto positivo en los empleados, en las comunidades que sirven y en el medioambiente. Alcanzan además los más altos estándares de desempeño social y ambiental general, transparencia y responsabilidad, y aspiran a utilizar el poder de los negocios para resolver problemas sociales y ambientales. Algo que desde la fundación está presente en SM”, según Luis Fernando Crespo, presidente del Grupo SM.