El uso cada vez más frecuente de la tecnología en el trabajo está generando un número de enfermedades mentales y físicas tan elevado que autoridades de la salud tienen encendidas las alarmas, pues creen que se podría estar gestando una epidemia.
(Enfermedades profesionales modernas que ya afectan a los colombianos).
La lista de afecciones es extensa y crece con el tiempo. Empleados con ansiedad, depresión, ensimismamiento, falta de empatía, estrés y adicción al trabajo, acuden con más frecuencia a los especialistas, pero también, aquellos que padecen afecciones cardiovasculares y osteomusculares, asociadas a un mayor nivel de sedentarismo e inactividad física en sus puestos de trabajo, pues hoy hacen menos esfuerzo que antes en sus labores.
Especialistas consultados por EL TIEMPO afirman que se han creado nuevos riesgos y estos aumentan en la medida que se expande el uso de las tecnologías, pero creen que pasará un buen tiempo antes de que se conozca la dimensión y el impacto de estas afecciones en la salud laboral del país.
Sin embargo, cifras del Ministerio del Trabajo apuntan a que el 66 por ciento de los trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Laborales están expuestos a factores de riesgo psicosocial y han manifestado altos niveles de estrés.
Aunque dichos riesgos pueden ser de origen extralaboral e individual, buena parte se generan en el entorno laboral y dependen mucho de las condiciones de trabajo, dicen los expertos.
“Hemos observado un aumento en enfermedades de tipo mental y físico, elevados niveles de estrés, este último asociado a los límites cada vez más borrosos en las jornadas laborales y la falta de contacto físico con otras personas”, advierte Claudia Patricia Durango, directora de Gestión de la Innovación de la ARL Sura.
De cada 100.000 trabajadores, cerca de 100 fueron diagnosticados con una enfermedad de origen laboral en Colombia el año pasado. Unas 10.450 enfermedades laborales calificadas se presentaron en ese mismo periodo, 7,8 por ciento más que en el 2017, mientras que hasta mayo de este año van más de 5.400, según la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda).
(¿Cuáles son las enfermedades más comunes que se presentan en las oficinas?).
Si bien las estadísticas del gremio no distinguen cuáles ni qué volumen de esas enfermedades son consecuencia del uso de la tecnología, desde el Ministerio del Trabajo señalan que entre las enfermedades laborales más comunes figuran hoy el síndrome del túnel carpiano y el del manguito rotador; la epicondilitis lateral y media, y el trastorno de disco lumbar; así como trastornos de los discos intervertebrales.
Al referirse a la velocidad con que avanzan estas dolencias, Olga Lucía Ronderos, directora de Sofrología Preventiva, señaló que la situación es preocupante porque “vamos camino hacia una epidemia” por el fenómeno tecnológico.
NUEVOS RIESGOS
Aunque son más frecuentes los pacientes con enfermedades mentales, los efectos físicos de la excesiva interacción con la tecnología en el trabajo no son menos, aunque los primeros también tienen su origen en la creciente adicción de los individuos a las redes sociales y el internet.
Francisco Salazar, presidente de Positiva Compañía de Seguros, dice que se deben distinguir dos grandes grupos, el de las enfermedades de tipo psicosocial y las de carácter ergonómico.
De las primeras hace parte el tecnoestrés, visto como la adicción a la tecnología y la sobrecarga de trabajo, que pueden derivar en mayor presión para mejorar el rendimiento.
También hay desequilibrios entre la vida laboral y la personal, consecuencia del ‘estar disponible’ en todo momento para el trabajo; el aislamiento, producto del trabajo a distancia y la falta de interacción social, así como inseguridad laboral, debido a las diferentes condiciones de contratación que aún no están reguladas.
En el segundo grupo, dice Salazar, están las ergonómicas, que se presentan ante la mayor utilización de dispositivos móviles y del trabajo sedentario. “Esto aumenta el riesgo de contraer afecciones de salud relacionadas con trastornos músculo esqueléticos, fatiga visual, obesidad, cardiopatías, entre otras. También hay riesgos por la exposición a campos electromagnéticos”.
Algo en lo que coincide Durango, de la ARL Sura, quien sostiene que la adopción de tecnologías robotizadas y de automatización impone el reto de responder ante nuevos riesgo ergonómico.
Señala que “estos van desde los campos electromagnéticos, los accidentes por la falta de comprensión, de control y de conocimiento de los procesos de trabajo, hasta el exceso de confianza en la infalibilidad del robot, sobre todo cuando las personas y esa inteligencia artificial interactúan de forma estrecha”.
ATACANDO EL PROBLEMA
El Gobierno y las administradoras de riesgos laborales (ARL) están tomando medidas para contrarrestar el creciente problema que amenaza con convertirse en epidemia, según los expertos, quienes dicen que el combate debe venir desde los propios individuos.
Con la Resolución 2404 de 2019, el Ministerio del Trabajo ordenó a las empresas del país a adoptar mecanismos que permitan identificar, evaluar y prevenir los riesgos psicosociales, por ejemplo.
“Es deber de las empresas garantizar condiciones de trabajo positivas, que promuevan el bienestar y la calidad de vida laboral de todos los trabajadores. Con la norma el Ministerio busca brindar a las empresas herramientas idóneas para realizar esos procesos”, dijo en reciente oportunidad Marcela Soler, profesional de la Dirección de Riesgos Laborales del ministerio, quien participó en un Facebook Live organizado por Colmena Seguros.
Las ARL juegan un papel clave en el proceso de prevención de estos riesgos, pues deben generar estrategias, programas y acciones de promoción de la salud mental y garantizar que sus empresas afiliadas incluyan en el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo el monitoreo permanente de la exposición a factores de riesgo psicosocial, advierte.
Salazar Gómez, de Positiva de Seguros, dice que se debe avanzar en la alfabetización del uso responsable de las tecnologías para focalizar la gestión y lograr un adecuado control de los riesgos.
Pero recomienda participar en las políticas y proyectos del Gobierno en materia de prevención, realizar evaluaciones avanzadas de los riesgos en los lugares de trabajo, vincular a los trabajadores en la planificación y ejecución de estrategias de digitalización y crear un marco para aclarar las obligaciones y responsabilidades en materia de salud y seguridad en el trabajo que surgen con los nuevos sistemas y formas de trabajo.
En la ARL Sura Claudia Patricia Durango, considera clave trabajar en la cultura del autocuidado para empoderar a los trabajadores como principales actores en su protección.
“Esto nos lleva a gestionar el fenómeno desde una mirada holística, lo cual es posible si trabajamos de manera conjunta con las instituciones públicas y privadas para responder con políticas que promuevan la detección temprana, la reincorporación, readaptación y el acompañamiento de las personas que hayan sido diagnosticadas con algún tipo de enfermedad mental o física”, explica.
En compañías como Colmena Seguros consideran que la asistencia técnica permanente a las empresas afiliadas es fundamental para combatir, por lo menos, el tema psicosocial.
Isabel Cristina Marulanda, líder de Productos y Servicios de Colmena Seguros, dijo al respecto, a través del Facebook Live organizado por la compañía, que cuentan con su programa ‘Equilibrio Laboral’, que identifica los factores que afectan a los trabajadores y plantea estrategias de intervención que ayudan a prevenir la aparición de patologías derivadas del estrés o agotamiento laboral, aunque también capacitan al trabajador para que identifique los factores individuales o personales que causan un impacto negativo en su salud mental, y empiece a adoptar hábitos que le generen bienestar.
DESÓRDENES POR ABUSO DE LAS REDES E INTERNET
Según Olga Lucía Ronderos, médico experta en sofrología, a su consultorio llegan cada día pacientes de todas las edades, sobre todo jóvenes, con angustia, ansiedad, estrés, problemas sicosomáticos derivados, la mayoría de las veces, de sus trabajos y del uso de las redes sociales y la tecnología.
Dice que ha detectado patologías tales como:
- Nomofobia: angustia de no tener acceso al celular.
- Síndrome de la llamada imaginaria: personas que alucinan que su celular suena o vibra.
- Cibermareo: derivado de las pantallas virtuales de los nuevos equipos, personas comienzan a producir en su sistema límbico esas sensaciones.
- Cibercondria: búsqueda en internet de enfermedades, al punto de creer que las padece.
- Dependencia al internet: necesidad enfermiza de estar conectado a la web.
- Síndrome del Facebook: exceso de contactos en la red o la ausencia de estos. Genera depresión, muchas veces porque sus vidas no son como las de sus amigos virtuales.
Carlos Arturo García M.
Economía y Negocios