En Colombia, el tres por ciento de los pacientes con defectos visuales se deciden por usar lentes de contacto. La miopía, el astigmatismo y la presbicia son algunas de esas limitaciones oculares que se pueden remediar con esta alternativa.
En estos desarrollos, la contactología en Colombia ha avanzado positivamente, por ejemplo, la creación de los lentes Surgilens, desarrollados en el país hace 10 años y que aún no se implementan en el mundo, “ayudan a correcciones de tipo estético, relacionados con la falta de alguno de los ojos, carecer de visión, que son blancos totalmente o que han sufrido cicatrices por accidentes o por cualquier razón”, sostiene Eduardo Arenas, corneólogo.
“Estos lentes, por ser especiales, se diseñan de tal manera que al colocarlos queden como si fueran un ojo real. Son más grandes que los que se usan normalmente, cubren la totalidad de la cavidad ocular y la persona queda como si nada”, explica Arenas. Se pueden usar día y noche, removiéndolos semanalmente y su tiempo de vida útil es de uno o dos años, teniendo en cuenta todas las recomendaciones de higiene y cuidado.
Por otra parte, en general, va en aumento la cantidad de pacientes que están adquiriendo lentes de contacto. “Son casi 20 de cada 100 pacientes que asisten a consulta por una corrección visual”, comenta Juan Bejarano, optómetra.
Además, “los materiales con que se fabrican y la combinación de los mismos, ayudan a solucionar de una mejor manera el estado visual de los pacientes”. Así lo explica Orlando Farias, optómetra de la Óptica Alemana.
Existen dos tipos de lentes de contacto, los rígidos y los blandos.
Los primeros son para personas que tienen la córnea muy afectada, deforme, maltratada o que han sido sometidos a cirugías refractivas y que han dejado secuelas a nivel visual.
El queratocono, la miopía y la presbicia son algunas de las complicaciones que generalmente son corregidas con este tipo de lente.
Por su parte, los blandos que, sin duda, son los que se imponen hoy en día para el tratamiento de cualquier defecto visual. Su avance ha estado en los materiales que lo componen y en la corrección de defectos que antes no se daba, por ejemplo, el astigmatismo y la hipermetropía.
RECOMENDACIONES
Lo más importante a la hora de usar los lentes de contacto es la higiene, ya que estos pueden ser un foco de infecciones y bacterias que pueden complicar la salud visual. Su cuidado diario debe ser con una solución multipropósito que desinfecte el lente con 4 o 5 gotas antes de insertarlos en los ojos y después de retirarlos. Tenga en cuenta que no se puede dormir con ellos.
LA TECNOLOGÍA COMO ALIADO DE LA SALUD VISUAL
Sin duda, el avance más significativo en los últimos años es la integración que se ha hecho entre los conocimientos clinicos y la tecnología. Así lo afirma María Ximena Núñez, Oftalmóloga de la Clínica de Oftalmología de Cali, quien recibió el premio por los logros alcanzados para una mejor vida (Prize to the medical by achivement for a better life), la máxima distinción que otorga cada año la Organización para la Capacitación e Investigación Médica (IOCIM). No obstante, a pesar de los avances, para esta especialista e investigadora, los colombianos no cuidamos lo suficiente nuestra salud visual y, el peor error, dice Núñez, es autoformularse. “Muchos sienten algo en los ojos y lo primero que hacen es ir a la farmacia, lo cual resulta ser un gran peligro, porque si ya es complejo para un médico general ayudarle a un paciente con los problemas oculares, porque la oftalmología requiere de un conocimiento y equipos especializados para poder examinar, es aun peor para un regente de farmacia”, dice la especialista.
UNA OPCIÓN CON MUCHAS VENTAJAS
Para muchos, el uso de las gafas se convierte en un martirio, primero porque se pueden dañar fácilmente u olvidar en cualquier lugar, y su campo visual no es completo, ya que tiene 'puntos ciegos' que obligan a la persona a hacer movimientos bruscos para poder enfocar bien. De igual manera, impide realizar actividades deportivas como saltar o correr con ellas puestas, así como desarrollar trabajos que requieran esfuerzo físico.
“Los lentes de contacto libera a la persona de las monturas para hacer estas actividades, están protegidos y tienen una visión completa, es decir de 180 grados. Puede ver arriba, abajo y a los lados sin problema", destaca Sánchez. Entre las ventajas, el doctor Orlando Farias destaca que la "mejor agudeza visual, un mayor campo visual, son más estéticos y la autoestima del paciente es alta", si se compara con el uso de gafas, especialmente si estas necesitan fórmulas muy altas, o en el caso de los niños para evitar burlas y rechazos que pueden ocasionar cuando los lentes son muy gruesos.
Nórida Hoyos
Especial para Portafolio