Repartidora de pizza, chofer de un bus escolar y gasolinera en una estación de servicio. Son algunos de los trabajos que dejó Lisa Kelly, de 32 años, para finalmente encontrar su lugar en el mundo: al volante de una tractomula, desafiando no sólo los caminos difíciles sino también los prejuicios en una profesión dominada por hombres.
Fue por esta razón que History Channel la invitó a ser parte de su programa ‘Rutas Mortales, Alaska’, donde se llevan al límite las destrezas de los profesionales al volante. Fue conduciendo por estas vías donde encontró fama y reconocimiento.
Ahora que es la estrella de la popular serie, Lisa confiesa que ha tenido que trabajar el doble por ser mujer y se siente muy orgullosa de ser una inspiración para otras. También se siente feliz de ser camionera, porque considera que es un trabajo “esencial para el mundo”.
A propósito del estreno de la tercera temporada, Lisa habló con Portafolio.co sobre su trabajo como camionera.
¿Cree que ha tenido que trabajar el doble por ser mujer?
Toda la vida me ha tocado trabajar el doble. Definitivamente sí hay que hacer mucho más para demostrar que las mujeres podemos hacerlo, que somos capaces.
¿Piensa que su trabajo ha motivado y les ha abierto puertas a otras mujeres en labores que dicen son solo son para hombres?
Sé que sí. Lo he visto en mi ‘fan page’. Creo que las he motivado ya sea a manejar camiones o para que hagan otros trabajos. Esto también me motiva para seguir haciendo el mío.
¿Qué la impulsó a dedicarse al transporte de carga a bordo de un camión de 18 ruedas?
Eso era lo que quería. Estaba buscando cómo encajar en la vida y esto me gustaba mucho. Probé otras actividades y no me gustaron. Trabajé en una gasolinera, como repartidora de pizza y conduje un bus escolar. Dejé todos estos empleos. Lo único que quería era buscar mi lugar en el mundo y creo que con mi actual trabajo lo hice.
¿Ha sentido que la labor de conductor de camión es menos valorado que otros?
Si, definitivamente. No es como la profesión de bombero o doctor. Sin embargo, los camioneros somos los primeros que estamos en las vía al momento de un accidente y a veces salvamos algunas vidas.
No es un trabajo de una ciencia de avanzada, pero es esencial para el mundo.
¿Cree que como mujer tiene algo que demostrar no solo dentro de gremio de los camioneros?
Sí y no. Muchas personas quieren demostrarle al jefe que son capaces de hacer las cosas, que no necesitan que las estén cuidando todo el tiempo. Somos humanos y todos queremos demostrar algo en nuestras vidas. Lamentablemente, hay otras personas a las que ni siquiera les importa porque creen que nunca les van a llegar a reconocer algo.
En Colombia los transportadores dicen que el precio de los combustibles es muy alto. Usted ha hecho paradas en las estaciones de muchos lugares del mundo, ¿Qué opina sobre este tema?
En Alaska tenemos oleoductos y mucho petróleo, pero el precio que terminamos pagando también es muy alto. Lo que pasa es que fui a Europa y creo que el valor allá es de los más altos. Después de eso ya no me quejo.
¿Qué destaca de los camioneros en Latinoamérica?
Su valor. En esta parte del continente hay muchos más desafíos en las carreteras. He manejado por algunas vías de acá y dan mucho miedo, pero para los camioneros latinoamericanos son cosas del diario vivir, es algo normal.
¿Qué le ha quitado su trabajo?
Me quita mucho tiempo con mi familia, pero me ha dado mucho tiempo para pensar y me da un ingreso y un empleo estable.
Nosotros grabamos un par de meses al año y eso quiere decir pasar mucho tiempo fuera de la casa.
¿Ha tenido que pagar por un envío que no ha llegado en buena condición o a tiempo?
No me ha pasado una situación de carga parecida. Tenemos un departamento de transporte y los problemas que he tenido son porque la documentación de la carga no ha estado totalmente legalizada.
¿Qué situaciones en la carretera cree que pueden y han puesto su vida en peligro?
En la vía hay muchos riesgos y se cometen tonterías. Hay que estar muy atento. Los otros conductores son un peligro, los derrumbes en la vía, ser perezoso mientras se maneja es un peligro y también la actitud de creer saberlo todo. Hay que estar abierto y aceptar los consejos cuando haya situaciones donde uno no sepa qué hacer.
¿Qué hace cuando no está manejando?
Me mantengo muy ocupada, en mi casa tengo mucho que hacer. Tengo tres caballos, le dedico tiempo a mi esposo, hago motocross... Siempre tengo algo que hacer. Para mí lo más importante es la familia y los amigos.
¿Qué es lo mejor de conducir?
Creo que el tiempo que tengo a solas en la vía, pienso mucho y tengo la mejor vista.
Iván Ricardo Torres
Redacción Portafolio.co