Es una realidad. La transformación digital en Colombia sigue creciendo a un ritmo acelerado. Según datos de la Cámara de Comercio Electrónico, desde 2016 las transacciones virtuales en el país han tenido un crecimiento sostenido, con un pico en el último año de 174,7%; indicador que evidencia una alta adopción de trámites en línea.
Con la pandemia, el salto a la digitalización se convirtió en una necesidad, para lo cual las empresas deben de implementar nuevos canales de aproximación comercial con sus consumidores con el propósito de conservar la estabilidad de su operación.
En diálogo con Portafolio.co, Santiago Aldana, CEO de SoyYo, empresa dedicada al desarrollo de herramientas de identidad digital habló de la importancia de la transformación digital al interior de las compañías y de los planes de la empresa para su aporte en el país en este segmento.
¿Qué es SoyYo?, ¿quiénes lo componen?, ¿cómo nació?, ¿a qué se dedican?
SoyYo nace en diciembre del 2019 con el sueño de los bancos más importantes de aportar al país, al desarrollo de la sociedad, a través de la transformación digital. Existían muchos retos de confianza en Colombia, por eso nació buscando referentes a nivel mundial como los países nórdicos donde el sector bancario inició con la propuesta de Identidad Digital.
La banca está un poco más adelantada gracias a su conocimiento profundo de sus clientes y avances en procesos de verificación. Entendiendo esto, los bancos unieron sus esfuerzos en el concepto de Identidad digital para acercar esta solución a más sectores como el retail, comunicaciones, entre otros, en pro de transformar el país.
Por eso la aplicación de SoyYo está disponible en todas las appstores para que cada uno de nosotros pueda registrar su identidad digital y reutilizarla en diferentes trámites que se extienden en diversos sectores.
¿Esta iniciativa nace antes o como consecuencia de la pandemia?
No. Esto viene desde mucho antes y ya existía la necesidad de transformación digital, pero era muy difícil porque no sabíamos quién estaba detrás de la pantalla, no teníamos cómo verificar que la persona es quién dice ser, no existían mecanismos para firmar un contrato remotamente.
La pandemia sí aceleró el desarrollo y hoy con tecnologías como la biometría facial empezamos a tener una identificación para que las personas firmen, se vinculen y autentiquen remotamente.
Esta ya se estaba implementando a un paso menos acelerado, pero, definitivamente la pandemia hizo más necesarias estas soluciones, para que nuestro día a día, sea más fácil, más seguro y sobre todo más privado.
¿Qué tan dispuestas están las empresas a la posibilidad de implementar la identidad digital?
Es probable que la implementación de esas herramientas requiera de una gran inversión y no todas las empresas están en la capacidad de hacerlo individualmente. Entonces, lo que hacemos es traer un modelo que es el ecosistema en el que la identidad, al ser guardada por el individuo, es reutilizada y finalmente compartida con muchas entidades. Democratizando así la solución.
Esto se parece a un ferrocarril. Alguien pone los rieles y los trenes están compitiendo encima. Desde SoyYo estamos creando ese gran ecosistema, trayendo las mejores inversiones y tecnología.
Nuestro reto es estar actualizados permanentemente para democratizar y reutilizar la identidad en el ecosistema para que no todas las entidades tengan que hacer una gran inversión y finalmente puedan mitigar los riesgos de suplantación y brindar una mejor experiencia de usuario.
Entonces, ¿cómo garantizar la personalización y seguridad?
Nosotros no estamos creando una base centralizada de información, porque eso es lo que no queremos que se ponga en riesgo. Lo que hacemos es abrir la posibilidad a que cada uno como usuario pueda guardar la identidad digital en su teléfono. Así, si alguien quiere violentar la identidad lo tendría que hacer con cada uno de los usuarios, dificultando el proceso al no estar los datos centralizados y cifrada por cada individuo.
¿Han pensado en extenderse más allá del sector bancario?
Esto no está pensado únicamente para la banca, esto está pensando para toda la sociedad colombiana. Claramente, los bancos tienen un proceso adelantado por sus procesos de verificación de clientes, entonces nos estamos apalancado en todo ese conocimiento.
Sin embargo, esto está ideado para todos los sectores. Hoy nuestra lista de clientes se extiende por diferentes industrias: retail, salud, educación; cómo hacer para que los exámenes virtuales se puedan hacer bien o cómo transformar un campus virtual universitario centrado en la identidad digital, entre otros.
Esto finalmente permite que los colombianos en una misma identidad digital tengan alojados sus documentos: exámenes, certificados bancarios, pasaportes de salud, abriendo un mundo de posibilidades digital con muchas entidades de muchos sectores.
Lo que vieron los bancos es la necesidad del país en torno a esto y la posibilidad de ayudar con su conocimiento.
Inclusive esto se extiende más allá de sectores y lo llevamos a las personas. Hoy en día contamos con un producto que permite a los colombianos verificar quién está del otro lado de la pantalla antes de hacerle un giro o transferencias a un desconocido. Eso es un producto totalmente gratis que tenemos a la disposición de la sociedad.
¿Cuál es el balance hasta hoy?
Este es el momento clave donde nos estamos presentando a la sociedad. Tenemos ya estas aplicaciones en las tiendas, las personas ya pueden iniciar a usarlas, ya iniciamos tramites con algunas entidades y es el punto en que nuestra plataforma, que cuenta con el mejor diseño y arquitectura, se vuelve exponencial.
Estamos en pleno punto de volverlo muy escalable y así transformar.
¿Cuáles son las expectativas para el primer año?
Si uno observa otros casos de países con desarrollos similares vemos resultados como que el 90% de la población ya cuenta con una identidad como esta y realizan todo tipo de transacciones y trámites. Nosotros quisiéramos facilitar a través de nuestra solución la inclusión para que podamos, en un futuro alcanzar un porcentaje similar.
Para que no nos toque ir a las vueltas a pie o presencialmente si no que haya un elemento de confianza tan fuerte que nos facilite y no lo haga muy rápido. Estamos en el proceso de crear todo el ecosistema pero esto tiene fuerza en la medida en que ayudemos a toda la sociedad a facilitarles los trámites digitalmente.