Pocas empresas colombianas han tomado conciencia de la importancia que tiene ejecutar programas de responsabilidad social empresarial que sean reconocidos a nivel internacional en el contexto comercial, con el objetivo de aprovechar las ventajas que ofrecen los distintos tratados de libre comercio que tiene el país.
Un poco más de 300 empresas nacionales están vinculadas a la Red Colombiana del Pacto Global de Naciones Unidas, la iniciativa internacional más importante para la promoción de la responsabilidad social, lo cual da una idea de cuál es la tendencia en estos temas.
Además de una exigencia que demandan las comunidades a las empresas, según Camilo Mejía, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, la responsabilidad social puede constituir una estrategia fundamental de la empresa para competir en los mercados locales e internacionales.
Se habla de tres razones principales que hacen valiosas estas prácticas.
En primer lugar, la responsabilidad social se convierte en una fuente de acceso a los mercados internacionales, sobre todo ahora que en el país se firman más tratados de libre comercio.
“Además de todos los temas técnicos y económicos, propios de la actividad comercial de una empresa, para poder venderle a su contraparte en otro lugar, las compañías tendrán que demostrar compromisos en temas ambientales y sociales", dice Mejía.
En segundo lugar, constituye una ventaja competitiva, porque permite diferenciarse en el mercado. Cuando se tiene un producto similar al de la competencia, en términos de características, funcionalidad, calidad y precio similar, hay que buscar cosas que permitan resaltar. La responsabilidad social en mercados que lo valoran es una fuerte ventaja competitiva.
Y en tercer lugar, es una herramienta de gestión de riesgo, porque disminuye los riegos asociados a la operación. Como esta es impactada por personas u organizaciones, es normal que desde las comunidades se esperen comportamientos distintos a los exigidos por la ley, más en un país que tiene necesidades básicas insatisfechas y más problemas sociales.
SOLO LAS GRANDES ESTÁN ASUMIENDO EL COMPROMISO
El consumidor local no tiene en cuenta el comportamiento ético o socialmente responsable de las empresas en sus decisiones de compra. Para Camilo Mejía, esto cambiará en la medida en que las empresas grandes empiecen a exigirles a sus proveedores que se vinculen a sus políticas.