Leer, que para muchos es considerado uno de los grandes placeres de la vida, no es una actividad muy extendida en Colombia.
Revertir esa tendencia es uno de los puntos de encuentro que guiaron la conversación entre el publicista colombiano José Miguel Sokoloff y el periodista y editor peruano Sergio Vilela, tercera pareja de ‘Charlas Portafolio’, el espacio creado para discutir cómo cambiar las reglas del juego en Colombia.
Vilela, director editorial de Grupo Planeta para el área Andina, explicó que cuando llegó a Colombia lo recibieron con tres paradigmas que “parecían inamovibles”: el primero, que aquí no se lee; el segundo, que solo se vendían libros que hablaban sobre la violencia, y tercero, que era muy difìcil que los libros tuvieran visibilidad en los medios de comunicación.
Por su parte, Sokoloff, presidente del consejo creativo mundial de Lowe, explicó que ha visto con tristeza cómo “muchas librerías han ido desapareciendo”.
Agregó que en Colombia se ve a muy pocas personas leyendo en las salas de espera de los aeropuertos o en el TransMilenio, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades del planeta.
El publicista oriundo de Medellín, que en el 2012 ganó el único Lápiz D&AD Negro otorgado ese año y el primero para América Latina, además de otros premios, achacó esa inapetencia lectora a que la enseñanza de la misma es aburrida. “Inclusive, las cosas más elementales de las matemáticas son divertidas”, advirtió.
Vilela, autor de varios libros, entre los que se destacan la novela biográfica ‘El cadete Mario Vargas Llosa’, reforzó ese punto al recordar sus épocas de estudiante colegial en la que los profesores lo obligaban a leer “libros aburridos y anacrónicos”, que servían más para alejar al lector del mundo de las letras que para acercarlo.
Ante esa ‘anemia literaria’, tanto Sokoloff como Vilela coinciden en adoptar medidas de choque para potenciar el poder de las letras. El peruano, por ejemplo, lideró la propuesta de ofrecer en grandes superficies libros a muy bajo precio para que pudieran llegar a más manos. Admite que “no se vendieron tantos libros como en un principio” pensaron, pero como el mismo Sokoloff lo resalta, la estrategia, que también ataca a la piratería, “es un paso valiente hacia adelante”. Vilela insiste en que el libro debe dejar de ser visto como un objeto aburrido y erudito, que en la medida que se inserte “más en una cultura pop, dejará de ser de sabios”.
Sokoloff se comprometió, junto al peruano, a romper ese paradigma para que esté al alcance de todos y logre causar la diversión y el entretenimiento que en otras latitudes del mundo se aprecia.
OTRAS INICIATIVAS
La dupla habló de otras iniciativas que se han puesto en marcha para activar le lectura. Vilela recordó que hay varias empresas que ofrecen ventas de paquetes de páginas, que se pueden consumir como si fueran algo como minutos de celular.