Fomentar y salvaguardar la economía ha sido la cruzada del empresariado colombiano desde la reactivación que se ha venido presentado por parte del Gobierno nacional, y el sector de las subastas no ha sido ajeno a este ‘emprendimiento’ natural que busca la mejoría del país.
(Participe en la subasta de mercancías incautadas por la Dian).
Hay una oleada de nuevos comerciantes, personas naturales buscando oportunidades de negocios buenos, fáciles y a su alcance. Los mismos, que terminan siendo importantes oferentes, buscan un mercado presto para seguir aportando al crecimiento y recuperación de la economía nacional.
A ciencia cierta ¿qué clase de subastas podrían ayudar a la mejora de la economía?
“Las subastas de excedentes industriales; ¿por qué? A medida que una empresa pueda recuperar rápidamente liquidez mediante la venta de sus activos improductivos, re acelera el dinamismo lo cual repercute en su cadena de influencia (proveedores, clientes, colaboradores, etc.) y más empresas así van a reactivar el comercio nuevamente. Por otra parte, las subastas no solo benefician de esta aceleración a las empresas vendedoras, sino también a los compradores de las subastas, ¿por qué?, una compañía que no pueda importar o comprar nueva maquinaria o tecnología tiene la opción de buscar lo usado en el mercado de las subastas industriales”, dice categóricamente Martha Gómez, gerente General de Subastas y Comercio.
(Aumentan subastas virtuales de los activos improductivos).
Algo muy importante de este negocio es que todo producto es susceptible de ser subastado. En Subastas y Comercio se especializan en realizar subastas de chatarra, maquinaria, vehículos, muebles, y en general cualquier bien que le sobre a una compañía, ya sea por desuso, cambio, renovación o daño.
“Subastas y Comercio tiene 20 años en el mercado colombiano; durante la primera década el crecimiento fue muy conservador más o menos entre 8 y 10 % anual; pero en los últimos 10 años se ha visto un incremento acelerado, especialmente, en los últimos dos años dado que el acceso a Internet, el comercio electrónico se ha popularizado y cada vez hay un mayor número de compradores y de internautas dispuestos hacer negocios digitales, incluso en la compañía el crecimiento se podría medir por encima de una tasa de 35 % anual”, dice Martha Gómez, quien destacó que en 2020 a través de la página web se transaron negocios por alrededor de $139.000 millones, por concepto de subastas de inmuebles, vehículos, maquinaria, desintegraciones, chatarra, equipos y desmonte de plantas industriales.
Citando cifras del comercio electrónico, siendo este el mercado referente del sector subastas hoy por hoy, el mismo presentó un crecimiento de 27,6 % a nivel mundial durante 2020. Un índice que, en un inicio, estaba proyectado solo para 16,5 %, pero que terminó siendo un panorama positivo. Latinoamérica vivió un crecimiento de 36,7 % de sus ventas. Un escenario alentador comprado a la caída de 3,4 % en ventas del retail tradicional, según el portal content.blacksip.com.
Teniendo en cuenta esto, durante el último año Subastas y Comercio aumentó en 60 % la cantidad de compradores, personas que encontraron en la compañía una opción de generar negocios, comprando y revendiendo o reutilizando sus adquisiciones (adjudicaciones).
“Llegaron al negocio muchas compañías que no habían contemplado obtener liquidez mediante la venta de sus activos en nuestra compañía, pues desconocían que podían hacerlo”, afirmó Gómez.
Y algo que deben tener en cuenta los actuales y futuros compradores de subastas, es que existen dos clases: las privadas y las de empresas públicas. En las primeras, algo para tener en cuenta es que no se paga ninguna clase de impuestos, diferente al IVA que generan las ventas; para las segundas, las entidades estatales están obligadas a pagar por ley un impuesto que se denomina ‘el impuesto del remate’ que se calcula en 3 % del valor final en el remate de los bienes muebles o inmuebles.